Por el Comité editorial de IVI Santiago
Los especialistas recomendamos que las mujeres que lo deseen -siempre que tengan la aprobación del médico- se ejerciten durante el embarazo. Actividades hay muchas y para todos los gustos, con el agregado muy positivo de que la gran mayoría de ellas se adaptan fácilmente a la etapa de gestación. Una de las alternativas son los ejercicios de Kegel.
¿Qué son los ejercicios Kegel?
Pensados y desarrollados por el ginecólogo Arnol Kegel en 1948, mientras estudiaba la incidencia que tiene tonificar el músculo pubocoxígeo en la resolución de la incontinencia urinaria, los ejercicios de Kegel no son otra cosa que contracciones del periné con dos circunstancias que los diferencian de otros: no necesitan de equipamiento y son imperceptibles. Esto quiere decir que puedes hacerlos sin que nadie lo advierta.
Entre los principales beneficios de los ejercicios de Kegel -que consisten en la contracción y relajación de los músculos de la zona pélvica y genital- se cuenta el fortalecimiento de los músculos del piso pélvico, que sostienen el útero, la vejiga, el intestino delgado y el recto.
¿Qué beneficios tienen los ejercicios Kegel para embarazadas?
Dado que están pensados para fortalecer aquellos músculos que por alguna razón han perdido fuerza, los beneficios son puntuales y muy significativos en la vida cotidiana porque se relacionan con la incomodidad de estar en una determinada situación y tener “un accidente”.
Son muchos los factores que pueden debilitar los músculos del piso pélvico. Entre ellos se destacan:
- El embarazo.
- El parto.
- Las cirugías.
- El envejecimiento.
- El esfuerzo excesivo debido al estreñimiento.
- La tos crónica.
- El sobrepeso.
Todos ellos provocan los principales signos del debilitamiento del piso pélvico que son, por ejemplo, los “escapes” de orina al estornudar, reírse o hacer esfuerzos.
Pero, también hay otros más “problemáticos” que pueden atenuarse con los Ejercicios de Kegel, cómo la repentina y fuerte urgencia por orinar, o bien la incontinencia fecal.
Desde IVI Santiago se sugiere a las mujeres embarazadas realizar ejercicio privilegiando, por supuesto, la salud y el bienestar del bebé; pero, también pensando en llegar mejor al parto y tener un post parto más cómodo y ágil.
En este sentido, los ejercicios de Kegel aunque suelen ser indicados en post parto, también son muy útiles durante el embarazo. Te contamos por qué.
- Pueden ayudarte a controlar mejor tu vejiga y tus movimientos intestinales, aumentando así la fuerza y la resistencia de estos músculos y estimulando su buen funcionamiento.
- Contribuyen a evitar o disminuir la incontinencia, agravada por el peso del bebé sobre tu vejiga.
- Facilitan el parto, ya que tener los músculos involucrados en buenas condiciones disminuirá los desgarros.
- Incrementan la circulación sanguínea en la zona, ayudando a curar más rápidamente un desgarro o episiotomía y reducir la posibilidad de hemorroides.
- Evitan el prolapso del útero, vejiga y otros órganos de la zona, después del parto.
- Ayudan a volver a las actividades normales después del parto sin temor a tener escapes de orina.
- Incrementan el placer sexual al tonificar los músculos vaginales.
¿Cómo se hacen los ejercicios Kegel?
Uno de los principales beneficios de los ejercicios de Kegel es que no requieren de equipamiento ni ropa especial. Además, pueden ser practicados en cualquier momento y lugar, aunque tienen ciertas pautas de realización.
- Asegúrate de vaciar la vejiga.
- Siéntate o acuéstate. Puedes hacer los ejercicios Kegel tanto acostado, sentado o de pie. Elige una posición que te resulte más cómoda.
- Aprieta los músculos del piso pélvico. Una vez identificados los músculos, contrae y aprieta los músculos del suelo pélvico como si estuvieras intentando detener el flujo de orina.
- Mantén esta posición por entre 3 y 4 segundos. Mantén la contracción durante estos segundos.
- Relaja los músculos al mismo tiempo. Después de la contracción, relaja los músculos del suelo pélvico durante unos segundos.
- Repite 10 veces 3 veces al día (mañana, tarde y noche). Realiza unas 10 repeticiones de contracción y relajación de los músculos del suelo pélvico en cada sesión de ejercicio. Puedes hacer varias sesiones a lo largo del día.
Finalmente, es importante que no te acostumbres a realizar los ejercicios de Kegel mientras vacías la vejiga porque eso podría favorecer a un vaciamiento incompleto e incrementar el riesgo de infecciones urinarias.
Ten en cuenta las anteriores recomendaciones y cualquier duda recuerda que en IVI Santiago contamos con un gran equipo de profesionales dispuestos a ayudarte y acompañarte en el maravilloso proceso de tener un hijo.
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