Por el Comité editorial de IVI Santiago
Un cultivo seminal es una prueba fundamental utilizada para evaluar la infertilidad masculina. Consiste en un análisis microbiológico del semen que determinará la posibilidad de una infección que pueda estar afectando a la fertilidad. En general, existen perfiles de microorganismos en el tracto genital que forman parte de la microbiota natural, sin embargo, otros pueden afectar a la calidad seminal. Esto es por lo que el permocultivo tiene interés en los tratamientos de reproducción asistida, aunque no se trate de una prueba exclusiva de este campo.
¿Qué es el cultivo de seminal?
Es frecuente acompañar al análisis del semen o seminograma de un espermocultivo. Esta es una de las pruebas que suele solicitar un profesional médico cuando va a llevarse a cabo un tratamiento de reproducción asistida. Si en el seminograma se observa un alto número de leucocitos, pH ácido o valores bioquímicos alterados, se recomienda un cultivo líquido seminal. En este se propicia el crecimiento de gérmenes, el cual sirve para identificar infecciones producidas por bacterias, hongos u otros microorganismos. En general, ambas pruebas pueden realizarse con una misma muestra, pero de lo que se trata en el cultivo seminal es de identificar un crecimiento bacteriano anómalo que perjudique la salud reproductiva masculina. Estos microorganismos patógenos presentes en el semen pueden provenir de cualquier parte de la vía seminal como la uretra, la próstata, las vesículas seminales y epidídimos.
¿Cómo se hace?
La manera en cómo se toma la muestra de espermacultivo es depositando la muestra de semen directamente en un bote estéril. Es importante que toda la cantidad eyaculada se recoja por completo y el procedimiento se realice en la misma clínica, ya que los espermatozoides se deterioran una vez se expulsan del cuerpo.
¿Para qué sirve un cultivo seminal?
El examen de espermacultivo detecta enfermedades de distinto tipo. Tras su conclusión se distingue entre un espermacultivo negativo, el cual significa ausencia de crecimiento bacteriano o no infección. Por su parte, el espermacultivo positivo significa que debe ar lugar a una identificación de estos microorganismos para un tratamiento con antibióticos. Por tanto, el cultivo de semen también se utiliza para tratar infecciones, eyaculación dolorosa y presencia de sangre en el semen.
Las infecciones seminales pueden afectar la función del espermatozoide y su espermatogénesis o formación de células sexuales masculinas. Un alto número de leucocitos en las muestras (leucocitospermia) y de bacterias (bacteriospermia) pueden afectar a la concentración, motilidad y morfología seminal. En este escenario, las probabilidades de éxito en una técnica de reproducción asistida disminuyen.
Según la naturaleza de la infección, la producción y función de los espermatozoides pueden verse afectados de distinta forma. Más concretamente, las bacterias que salen en un espermocultivo pueden causar un detrimento de la calidad del semen en los siguientes aspectos:
- Obstrucción de las vías seminales (azoospermia).
- Menor número de espermatozoides (oligospermia).
- Reducción de la movilidad espermática (astenoazoospermia).
- Alteración de la morfología espermática (teratozoospermia).
- Aumento de la fragmentación del DNA espermático.
Las infecciones pueden permanecer de manera asintomática, lo que las hace difícil de detectar y ser fáciles de transmitir a la pareja sexual, disminuyendo el éxito de la fertilización. Además de la epididimitis, otras enfermedades propias del tracto reproductor son la orquitis, prostatitis y vesiculitis, en su mayoría vinculadas con las infecciones de transmisión sexual (ITS).
¿Cuándo es necesario hacerse un cultivo seminal?
A pesar de que tradicionalmente la infertilidad se ha considerado como una cuestión femenina, se estima que el factor masculino contribuye hasta en un 50% de la infertilidad en la pareja, de los cuales, hasta un 35% puede deberse a una infección del tracto genital masculino. Por todo ello, la evaluación masculina es fundamental desde el principio del tratamiento, ya que las infecciones son cada vez más fáciles de detectar y, en consecuencia, se previenen daños mayores en el futuro. En este sentido, una infección seminal puede reducir fertilidad, pero además puede transmitirse a la pareja, causando también infertilidad.
En este sentido, el cultivo seminal posibilita detectar estos problemas, de modo que puedan tratarse antes de iniciar cualquier técnica de reproducción asistida. Tanto el seminograma como la capacitación seminal aportan información imprescindible antes del tratamiento reproductivo y se añaden a otras pruebas como el test de fragmentación del ADN espermático o un FISH de esperma en el que se valoran las posibles alteraciones cromosómicas.
¿Qué determina un espermocultivo?
De manera concreta, antes de someterse a un tratamiento de reproducción asistida, estos son otros motivos por los que está indicado un cultivo seminal:
- Por hallarse una alta concentración de células no espermáticas durante un análisis de semen.
- Por mostrar el semen evidencias de anticuerpos antiespermáticos.
- Por detectarse un alto pH (alcalino) durante un análisis.
- Por experimentarse síntomas de infección, como por ejemplo, con una eyaculación dolorosa.
- Por padecer epididimitis o inflamación del tubo en espiral, llamado epidídimo, situado en la parte posterior del testículo, encargado de almacenar y transportar el esperma.
Tratamiento para la infección de esperma
Las infecciones espermáticas se tratan con antibióticos, además de antiinflamatorios y otros analgésicos en el caso de ser dolorosas. De la misma manera, cuando se inicia un tratamiento de reproducción asistida y procede al cultivo de semen, debe conocerse cuál es el agente infeccioso. De esta manera es posible conocer qué antibiótico es el más adecuado en función de la bacteria o microorganismo.
Fuentes:
- Notario, Rodolfo (2018), Indicaciones del cultivo de semen, Cibic Laboratorios Bioquímicos. Disponible en la web: https://www.cibic.com.ar/laboratorios-bioquimicos/indicaciones-del-cultivo-semen/
- Salomon, Michael y Henkel, Ralph (2017), Cultivo de semen y evaluación de infecciones en el tracto genitourinario, National Library of Medicine. Disponible en la web: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28717267/
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