Por el Comité editorial de IVI Santiago
El mioma uterino es un tumor muy frecuente entre las mujeres en edad reproductiva. Se trata de un tumor benigno, el cual permanece asintomático en un gran porcentaje de los casos. En el caso de causar síntomas, estos pueden ser de distinto tipo, entre los que se encuentran el riesgo de aborto y la infertilidad.
¿Qué son los miomas uterinos?
Los también llamados leiomiomas o fibromas son crecimientos anormales de los tejidos que forman el músculo liso del útero. Esta tumoración benigna puede darse en un solo nódulo uterino o en grupos de formaciones; estos se adhieren al grosor de las paredes del útero o en su interior, al igual que sobre su superficie externa.
Los leiomiomas constituyen una patología uterina de gran prevalencia. Esta proporción aumenta en particular entre mujeres de más de 30 años y hasta en más de la mitad del conjunto de la población femenina. Sin embargo, los síntomas del mioma uterino no son siempre manifiestos. Este hecho es un factor que impide su detección en numerosas ocasiones.
A pesar de ello, en los últimos tiempos la prevalencia de los miomas uterinos ha ido en aumento. Las razones se deben a:
- Una mayor utilización de la ecografía como herramienta sistemática de diagnóstico de gran fiabilidad.
- El retraso en la edad para quedarse embarazada. Debido al mayor riesgo de desarrollar un mioma en la tercera década de la vida de una mujer.
Sea como fuere, la detección de un mioma es un hecho que plantea cuestiones sobre su carácter patogénico en un contexto tanto de embarazo como de infertilidad.
Causas de los miomas uterinos
De manera general, el mioma uterino se desarrolla entre los 16 y 50 años, cuando la mujer cuenta con un mayor nivel de estrógenos.
¿Por qué salen miomas en el útero? Realmente, no se conoce exactamente la razón por la que se forman. Sí es bien es conocida, sin embargo, la correlación entre su aumento de tamaño y la influencia de las hormonas propias del ciclo menstrual, estrógenos y progesterona. Otros agentes implicados en la formación del endometrio como son los factores de crecimiento y otras hormonas actúan en sinergia con la progesterona. La interacción puede contribuir a una alteración genética favorecedora del crecimiento desmesurado de algunas células, produciendo así un mioma. Esto explicaría cómo estas tumoraciones:
- Tienden a crecer durante el embarazo dado el aumento de progesterona.
- Dejan de aumentar con la llegada de la menopausia. De hecho, si a los 40 años una mujer no presenta un leiomioma, difícilmente desarrollará uno a partir de esta edad.
Factores de riesgo
Además de la edad, existen algunos factores que se han asociado al aumento de posibilidades de desarrollar un mioma:
- Las mujeres de raza negra tienen hasta tres veces más riesgo.
- Tener la primera regla a una edad temprana (menos de 11 años).
- No haber tenido embarazos previos.
- Predisposición genética, ya que hay más riesgo de leiomiomas si existen antecedentes familiares cercanos.
Asimismo, existen estudios que sugieren que la influencia de los anticonceptivos, el tabaquismo, la cafeína y la obesidad son, igualmente, factores de riesgo.
Síntomas
Los síntomas de los fibromas uterinos, y por ende su tratamiento, dependen de su tamaño y localización. En algunas situaciones solo será preciso realizar un seguimiento de su evolución; en otros casos, el mioma uterino precisará medicamentos y/o procedimientos para su eliminación. Su evolución tiene mayor relevancia en caso de embarazo, puesto que estas tumoraciones se asocian con:
- El riesgo de aborto en aquellos que deforman la morfología de la cavidad del útero.
- Una mayor probabilidad partos prematuros o de problemas en el parto en función de la ubicación del mioma.
Los fibromas pueden causar una amplia variedad de síntomas. Entre los más típicos están el dolor pélvico y la micción frecuente y el sangrado vaginal abundante, persistente e irregular. De manera concreta, producen en quienes los padecen:
- Reducción de la fertilidad.
- Presión y pesadez en el área pélvica.
- Obstrucción de la vejiga, con la consiguiente dificultad para orinar.
- Obstrucción del recto, que produce estreñimiento.
- Dispareunia o dolor durante las relaciones sexuales.
- Aumento del tamaño del abdomen, en caso de miomas de gran tamaño.
- Dolor lumbar.
Tipos de fibromas uterinos
Según su posición en el interior de la pared uterina, la miomatosis se clasifica en cuatro tipos. Esta clasificación no es estrictamente perfecta, ya que un mioma de grandes proporciones puede clasificarse en más de una categoría.
- Miomas subserosos, llamados así por su ubicación cerca de la capa externa o serosa del útero. Crecen más hacia el exterior, por lo que los que son de tamaño reducido tienen una menor posibilidad de causar síntomas significativos. En caso contrario, los de mayor tamaño sí pueden tornarse en sintomáticos, causando, entre otras molestias, un sangrado menstrual abundante por el mayor tamaño del útero.
- Miomas submucosos, los cuales crecen bajo la capa interna o mucosa del útero. Al igual que los subserosos, permanecen asintomáticos cuando son pequeños, pero los grandes pueden provocar sangrado abundante e irregular. Tienen más posibilidades que otros miomas de afectar la fertilidad por dificultar el embarazo o provocar abortos espontáneos. Por ello, se debe valorar su extracción temprana.
- Miomas intramurales, los más comunes. Se hallan incrustados dentro del músculo uterino o miometrio. Suelen comportarse como los subserosos, si bien sus síntomas varían en función de su tamaño y localización. Además de todos los síntomas típicos asociados a otros miomas, también ocasionan infertilidad y abortos espontáneos.
- Miomas pediculados, los más infrecuentes. Constituyen una variación de los submucosos y subserosos. Crecen unidos al útero por un fino tallo o pedículo. Los subserosos pediculados presentan síntomas leves, a no ser que sean de gran tamaño. Por su parte, los submucosos pediculados sí muestran síntomas de importancia y causan infertilidad.
¿Cómo se tratan los miomas uterinos?
Existen distintos tratamientos para eliminar los leiomiomas:
- Farmacológico. Está basado en distintos tipos de medicamentos hormonales. Como desventaja tienen, entre otras, importantes efectos secundarios; por ello deben ser utilizados por tiempo limitado y en situaciones muy específicas.
- Quirúrgico. La cirugía de miomas uterinos, denominada miomectomía, tiene como finalidad su extirpación definitiva. En líneas generales, la cirugía se centra en el carácter predominante del tumor. Un mioma intramural con una porción submucosa significativa puede eliminarse mediante histeroscopia; uno intramural/subseroso sin componente submucoso precisaría una laparoscopia, procedimiento mínimamente invasivo.
- Alternativo. En la actualidad, la ablación por radiofrecuencia se muestra como un procedimiento que mejora notablemente otras técnicas más invasivas. Otro método es la embolización de las arterias, técnica que consigue producir una necrosis de los miomas
Fuentes:
- Equipo editorial de Natalben (2022), Los miomas uterinos, cómo afectan al embarazo, Natalben. Disponible en: https://www.natalben.com/el-embarazo-y-tus-dudas/miomas-uterinos-embarazo
- LaQuita Martinez, MD (2024), Miomas uterinos, MedlinePlus. Disponible en https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000914.htm
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