Por el Comité editorial de IVI Santiago
El hidrocele testicular es el tipo de hidrocele más frecuente, y consiste en la acumulación de líquido entre la parte del escroto y la túnica vaginal, que es la capa que recubre a los testículos y los mantiene dentro del escroto.
Pese a que no suele derivar en complicaciones y, por tanto, se trata de un proceso benigno, suele causar preocupación, por lo que es muy importante acudir al médico urólogo para diagnostique el caso y pueda llevar a cabo el tratamiento que sea necesario.
¿Qué tipos existen?
El diagnóstico de hidrocele testicular determinará cuál es el tipo que padece el paciente. Y, por tanto, existen diferentes tipos que se clasifican del siguiente modo:
- Hidrocele congénito
Este tipo aparece en el momento del nacimiento del hombre, aunque es posible que no se detecte en el momento y sea posteriormente cuando el pediatra lo diagnostique.
- Hidrocele adquirido
Aparece en la edad infantil o adulta y es mucho más frecuente que el hidrocele congénito.
- Hidrocele unilateral
Cuando aparece en un solo testículo. Esto sucede en la mayoría de los casos diagnosticados.
- Hidrocele bilateral
Cuando aparece en ambos testículos. No es muy común, pero existen casos diagnosticados.
- Hidrocele comunicante
Aparece cuando el conducto por el que descienden los testículos no se cierra.
- Hidrocele no comunicante
El hidrocele no comunicante es mucho más frecuente que el comunicante y se produce cuando se acumula líquido alrededor de uno o ambos testículos.
- Hidrocele asociado a hernia inguinal
Otro de los tipos de hidrocele testicular que existen es éste y suele ser bastante común. Su aparición está relacionada con una hernia inguinal, ya que al aparecer ésta, se produce una debilidad en la pared abdominal por donde se crea un pequeño orificio por el que asoma un trozo de intestino delgado.
- Hidrocele por tensión
Este tipo de hidrocele testicular es el más complicado, y es que cuando la acumulación de líquido es excesiva, puede llegar a presionar e incluso a asfixiar el testículo. Esto provoca mucho dolor y requiere de la atención inmediata del especialista.
¿Cuáles son los síntomas del hidrocele testicular?
Los síntomas del hidrocele testicular suelen ser, en la mayoría de casos, inexistentes. Salvo por la presencia del hinchazón en uno de los testículos o en ambos y un leve enrojecimiento provocado por el mismo hinchazón.
Por norma general no provoca dolor, pero sí es posible que el paciente sienta pesadez en el escroto o, en casos más severos, pinchazos agudos en la zona.
¿Cómo se diagnostica?
Cuando el paciente advierte que en sus testículos hay un hinchazón que no es normal, debe acudir al médico para que éste pueda llevar a cabo las pruebas o exámenes que considere oportunas. De este modo, es como se podrá hacer un análisis y un diagnóstico preciso y concreto.
La primera prueba que el urólogo llevará a cabo será una inspección ocular para detectar el hinchazón. Posteriormente, el médico hará una palpación de la bolsa escrotal.
A continuación, se llevará a cabo una transiluminación del escroto, que consiste en colocar en la parte posterior de la bolsa escrotal una luz potente. Si existe una hidrocele testicular, el escroto estará lleno de líquido transparente, por lo que se iluminará y el médico podrá detectarlo.
A estas alturas, el urólogo ya podrá saber si el paciente presenta un hidrocele testicular, pero de todos modos realizará una ecografía para confirmar el diagnóstico y descartar que se trate de un tumor testicular.
¿Cuál es el tratamiento?
El hidrocele testicular no suele ser dañino, por lo que tal cual aparece suele desaparecer en el transcurso de unos meses. Pero, en el caso de que el paciente presente dolor, molestias o infecciones, es cuando el médico decidirá cuál es el tratamiento más adecuado para poner en funcionamiento.
Cuando no desaparece o el dolor y malestar aumenta, es cuando el urólogo recomendará la cirugía, llamada hidrocelectomía, que consiste en la extirpación de la capa vaginal.
Es una cirugía rápida que no requiere ingreso hospitalario y que consiste en la realización de un pequeño corte en el escroto para poder acceder al testículo y llevar a cabo la extirpación y reparación.
Aunque la operación sea un éxito y el pronóstico clínico sea bueno, es probable que, con el tiempo, el hidrocele testicular vuelva a aparecer.
El médico recomendará utilizar ropa interior que no se ajuste demasiado, la aplicación de hielo, reposo relativo, la toma de antiinflamatorios y una correcta higiene a base de agua con jabón.
¿El hidrocele testicular puede tener complicaciones?
Con la aparición del hidrocele testicular no se ve afectada la fertilidad del hombre y, además, las complicaciones suelen ser nulas o inexistentes. Sólo en algunos casos se pueden desarrollar ciertas complicaciones, pero no son muy comunes. Algunas de ellas podrían ser:
- Con el hidrocele a tensión puede haber una falta de riego sanguíneo al testículo afectado y, por tanto, que su función se vea afectada.
- Tras la operación, puede suceder que se creen coágulos de sangre, infecciones, dolor crónico o que se lesione el escroto.
El hidrocele testicular no suele provocar dolor ni molestias y tampoco complicaciones. Pero, aún así, es importante acudir al médico cuando se detecte alguna anomalía para que éste pueda diagnosticar correctamente de qué se trata. Una vez hecho el examen físico y las pruebas oportunas, será el especialista quien decida qué es lo que se debe hacer y qué pasos seguir.
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