Por el Comité editorial de IVI Santiago
La aparición de tumores benignos o malignos en el embarazo representan un problema poco frecuente durante este periodo, Aún así, debe prestársele toda la atención posible y acudir siempre al médico de cabecera. Entre los tipos de cáncer más frecuentes en la etapa de gestación, figura el de mama, el de cuello uterino, el linfoma y el melanoma. Pero vale subrayar que la relación entre el cáncer durante el embarazo tiene poca incidencia: 1 de 3.000 a 1 en 10.000 partos. Por otro lado, se estima que del 0,2% al 3,8% del total de cánceres de mama coinciden con el embarazo o la lactancia. Además, las mujeres menores de 40 años son más propensas a desarrollar estas patologías.
También vale mencionar que cerca de 400.000 mujeres mueren por cáncer de mama en el mundo . Mientras que en Chile esta patología corresponde a la tercera causa de muerte por cáncer en la población femenina. Entre los años 1997 y 2000 se registraron 3.283 casos de cáncer de mama en el sistema público de salud. Además, el 31% de dichos casos se presentó en las mujeres menores de 50 años. Pero fue en el año 1998, cuando se registraron 982 muertes por cáncer de mama, lo que ubicó la tasa de mortalidad de cada 13 por 100.00 mujeres.
Este diagnóstico puede darse durante el embarazo, o bien al año del parto. Este escenario se plantea porque cada vez son más las mujeres que posponen la maternidad hasta la cuarta década de su vida. Y es justo en esta etapa en la que se incrementa la incidencia en este tipo de cáncer. De hecho, los especialistas estiman que la ocurrencia en las mujeres embarazadas aumentará, incluso en el periodo de lactancia.
Una mujer con cáncer de mama, ¿puede quedar embarazada?
Gracias a los últimos avances médicos, científicos y tecnológicos, una mujer con cáncer de mama puede quedar embarazada. Además, puede darle pecho a su bebé mientras que la lesión no sea de alto riesgo. Es decir, que no tenga agresividad biológica. Pero si hay que considerar un aspecto al que los médicos le prestan mucha atención: el retraso en el diagnóstico del cáncer de mama. Esto se debe a los cambios fisiológicos que se presentan en el cuerpo de la mujer en plena gestación. Como por ejemplo podemos nombrar el aumento del tamaño del busto, la sensibilidad o la aparición de masas (conocidas también como bultos). Aunado a esto, el embarazo y la lactancia materna también ocasiona que el tejido mamario se haga más denso. Por eso, los expertos recomiendan que la paciente se someta a una mamografía temprana y oportuna para hacer las evaluaciones o diagnósticos pertinentes.
Ahora bien, mediante las nuevas técnicas se suman los avances en los métodos de la reproducción asistida como la vitrificación de óvulos. Esto servirá para luego recurrir a la Fecundación in Vitro, una vez que la paciente supere el cáncer. Viene bien aclarar que a través de esta técnica se pueden preservar los óvulos con el propósito de mantenerlos jóvenes y con la misma calidad, para usarlos en un futuro. Desde IVI Santiago se promueven este tipo de alternativas para aquellas pacientes oncológicas que recibirán tratamientos gonadotóxicos.
En este sentido, preservar la fertilidad de la mujer mediante la vitrificación de los ovocitos se vuelve una alternativa viable. De hecho, los especialistas recomiendan que esta práctica se realice antes de llegar a los 35 años. Esto es debido a que la calidad y cantidad de los ovocitos disminuye con el paso del tiempo. Pero no es contraindicación realizarlo posterior a los 35 años.
Asimismo, es importante aclarar que la vitrificación de los ovocitos consiste en un proceso en el que las muestras obtenidas son sumergidos en nitrógeno líquido a -196ºC, (conocido como el método Cryotop). Dicho método permite que los ovocitos puedan preservarse por mucho tiempo, manteniendo la calidad de siempre hasta el momento que se quiera hacer uso de los mismos. Después de desvitrificados, los ovocitos cuentan con un rango de posibilidad entre un 85% y 95% para lograr el embarazo.
Aunado a esto, para vitrificar los óvulos también se recurre a la estimulación ovárica. Como parte del proceso hormonal, la paciente recibe una inyección subcutánea diaria a lo largo de 10 a 12 días. Asimismo, se aconseja que este procedimiento se complemente con una serie de ecografías cada 2 ó 3 días para evaluar cómo responde el organismo a la medicación. El objetivo en sí es que mediante este método el aparato reproductivo genera varios óvulos en un mismo ciclo de ovulación. Es de recordar que en un ciclo menstrual normal, es decir, sin ninguna estimulación, la mujer solo genera un único óvulo que llega a madurar. Más adelante, este óvulo es liberado a través de las trompas de falopio, hasta que ocurra el proceso de fecundación.
El cáncer y la fertilidad: ¿cómo afecta la capacidad reproductiva?
Bien se sabe que la aparición de los tumores malignos en las mamas ocurre en edades tempranas. Así que los tratamientos indicados para controlar dicha patología influyen de forma negativa en la fertilidad de la mujer. Y es que los ciclos de quimioterapia o radioterapia pueden llegar a inducir estados menopáusicos no reversibles en las pacientes. No obstante, en la actualidad es posible que las mujeres jóvenes puedan crio-preservar óvulos, con el propósito de lograr futuras gestaciones gracias a las fertilizaciones in vitro.
Claro está que, tras realizar este procedimiento de la vitrificación de los óvulos y de superar el cáncer de mama, se recomienda esperar un tiempo prudente. Este período puede llegar a ser de, al menos 3 años, para que sea posible tener un embarazo saludable. Pero, como remarcamos anteriormente, los especialistas hacen hincapié en que el cáncer de mama no impide las futuras gestaciones.
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