Por el Comité editorial de IVI Santiago
Si estás en búsqueda de tener un hijo hay diversos temas de los que vale la pena informarse, por ejemplo, la relación entre anemia y embarazo. Por ello, a continuación, te contamos todo lo que debes saber al respecto.
Primero, es importante definir qué es anemia; se trata de una afección que se da cuando los glóbulos rojos de la sangre presentan niveles bajos, lo que ocasiona dificultades para trasladar el oxígeno al cuerpo.
En el caso del embarazo, la anemia podría causar diversos problemas a la salud dado a que en esta etapa los requerimientos nutricionales de la madre y el bebé incrementan. Si no se cuenta con una buena alimentación, los niveles de hierro podrían descender y presentarse dicha afección.
Puede ocurrir que, durante los primeros tres meses de la gestación, te sientas bien ya que no se necesita demasiado hierro. Conforme avance este proceso, las necesidades serán mayores y puede experimentar algunos signos de anemia en el embarazo.
En IVI Santiago queremos abordar a profundidad este tema de interés, para que sepas cómo prepararte y prevenir la anemia para lograr un embarazo en feliz término.
¿Cómo puedo saber si tengo anemia?
En el embarazo son variados los cambios físicos, hormonales y de ánimo que se pueden presentar. Sin embargo, hay signos específicos que pueden indicar la presencia de anemia. Los síntomas más son:
- Palidez.
- Cansancio excesivo sin causa aparente.
- Sueño.
- Debilidad
- Mareos
- Sudoración.
- Ansiedad
- Dolor de cabeza.
- Apatía.
- Falta de apetito.
- Caída abundante de cabello.
- Taquicardia
- Dificultad para respirar.
- Zumbido en los oídos.
- Hinchazón.
Si reconoces alguna de estas señales desde el inicio de la gestación o durante la misma, lo aconsejable es que consultes a un profesional de la salud y le plantees todas tus inquietudes al respecto.
Por medio de la consulta médica y la valoración de los resultados de un análisis de sangre, el médico te indicará si tienes anemia y qué pasos debes seguir durante tu proceso de gestación.
¿Qué causa la anemia durante el embarazo?
El volumen de sangre en el cuerpo, así como la cantidad de hierro que este necesita, incrementa en el embarazo. Para cumplir este requerimiento, el cuerpo utiliza el hierro para producir más sangre a fin de suministrar oxígeno a tu bebé.
Si no cuentas con reservas de hierro o no obtienes suficiente hierro durante el embarazo, podrías desarrollar anemia por deficiencia de este mineral.
Estadísticas indican que cerca del 90% de las anemias que se presentan durante el periodo de gestación, se deben a la falta de hierro.
Anemia por carencia de ácido fólico
Existe otro tipo de anemia que se puede presentar en el embarazo y se le conoce como megaloblástica, que es por déficit de ácido fólico.
Al igual que con el hierro, durante el primer trimestre del embarazo se requiere una cantidad importante de ácido fólico por parte del bebé. Este es un elemento fundamental para el buen desarrollo del sistema nervioso central.
Entre las vitaminas que el médico debe suplementar a toda mujer embarazada se encuentra el ácido fólico, porque contribuye a prevenir defectos del tubo neural, tales como la espina bífida y anencefalia, entre otros problemas congénitos, a la vez que permite un mejor peso al nacer.
Estoy embarazada y tengo anemia, ¿Qué debo hacer?
Si presentas alguno de los síntomas de anemia lo mejor es que acudas inmediatamente a tu médico para conocer el diagnóstico. Una vez el experto te confirma que padeces dicha afección, para su tratamiento puede suplementar hierro o vitamina B12, que permitirán alcanzar los niveles que tu bebé y tú requieren.
Habitualmente se indican 150 mg de sulfato ferroso (hierro) por día. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de tus necesidades. Lo que indique tu médico será la cantidad idónea para prevenir alguna afectación a tu bebé.
También es posible que el doctor te recomiende incrementar el consumo de alimentos de origen animal, como carne, huevo y sus derivados, ya que el hierro contenido en ellos es el que mejor absorbe el organismo.
¿Afecta a tu bebé si tienes anemia?
Por lo general, la anemia no afecta a tu bebé, pero sí a ti. Al estar en desarrollo constante, el feto va a obtener todos los nutrientes que necesita de tu cuerpo por lo que podrías quedar desprotegida.
La anemia en el embarazo, como mencionamos anteriormente, se resuelve con la suplementación de hierro para atender tus necesidades nutricionales ante la demanda de este mineral en esta etapa.
Sin embargo, en caso de que la anemia se agrave por la falta de hierro, se incrementa el riesgo de tener un parto prematuro (antes de completar las 37 semanas).
La anemia en la gestación también se relaciona con dar a luz a un bebé con bajo peso al nacer y padecer depresión posparto. Asimismo, también se ha asociado con la probabilidad de muerte súbita infantil, aunque en un mínimo porcentaje.
¿Cómo prevenir la anemia en el embarazo?
Una vez que has conocido las causas, síntomas y afectaciones de la anemia en el embarazo, la buena noticia es que se puede prevenir. A continuación, te diremos cómo.
El primer paso es que a partir de que logres embarazarte, deberás consumir vitaminas que contengan hierro. Tendrás que consultar a tu médico cuál es la mejor opción para ti en cuanto a las vitaminas prenatales, respecto a la cantidad y el tipo de producto.
También, como mencionamos, es importante ingerir alimentos que son fuentes naturales de hierro como las carnes rojas, pollo y pescado. En este grupo de alimentos se incluyen cereales ricos en hierro, vegetales de hoja verde oscura y frijoles.
Se recomiendan para lograr una mejor absorción del hierro, consumir bebidas que contengan vitamina C, como el jugo de naranja, de tomate o de fresas.
En todo caso, ante cualquier signo que consideres extraño o alguna duda sobre anemia y embarazo, consulta a un especialista a la brevedad posible.
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