Por el Comité editorial de IVI Santiago
La hiperplasia endometrial es una condición en la cual se produce la proliferación excesiva del endometrio. Es un tema de suma relevancia, por eso desde IVI Santiago queremos brindarte información para poder abordar dicha patología de la manera más eficaz.
La hiperplasia endometrial más frecuente es la leve o simple, que tiene un muy bajo riesgo de volverse cancerosa y es posible que desaparezca sola luego del tratamiento con terapia hormonal. Sin embargo, la hiperplasia endometrial atípica tiene más probabilidades de volverse un trastorno oncológico.
Dentro de esta variante encontramos la hiperplasia atípica simple que puede transformarse en cáncer en el 8% de los casos, y la atípica compleja que evoluciona hacia esta enfermedad en hasta el 29% de los casos cuando no es tratada.
Además, esta patología que afecta el endometrio puede comprometer la fertilidad y requerir un tratamiento de reproducción asistida por las múltiples complicaciones que genera. Por ello, se hace esencial tratarlo lo más rápido posible.
¿Por qué es importante el rápido abordaje de la hiperplasia endometrial?
En principio porque es la principal herramienta para prevenir el cáncer de endometrio -es decir el cáncer en el tejido que recubre el útero- y por ende una complicación mayor. Sin embargo, vale destacar que la mayoría de los casos de hiperplasia endometrial son benignos y responden muy bien al tratamiento farmacológico o la cirugía menor.
El principal inconveniente es, entonces, el tiempo que se pierde entre el diagnóstico, el tratamiento y el post tratamiento, que obviamente conspira contra la búsqueda de un embarazo.
Por eso, es importante conocer los principales signos y síntomas de esta patología que se caracteriza por el crecimiento excesivo y anormal del endometrio.
Como ya mencionamos, hay diferentes tipos de hiperplasia endometrial dependiendo de la cantidad y el tipo de células; pero en todos los casos el endometrio se ve afectado por los niveles continuamente elevados de la hormona estrógeno, conjuntamente con niveles insuficientes de hormonas como la progesterona que normalmente se opone a los efectos proliferativos del estrógeno.
Los principales síntomas
Aunque el principal síntoma es el sangrado vaginal anormal, que implica menstruación excesiva, menorragias y sangrado intermenstrual, hay otros signos que permiten sospechar la presencia de una hiperplasia endometrial.
Entre estos se cuentan:
- Hemorragia vaginal entre períodos menstruales o después de la menopausia.
- Períodos menstruales que duran más de lo normal.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Amenorrea (ausencia de períodos menstruales).
- Períodos anovulatorios (ciclos menstruales sin ovulación).
Endometrio y el embarazo
El papel que juega el endometrio en el embarazo es muy importante ya que se trata de la capa uterina en la que el embrión se implanta.
El endometrio es un tejido que va cambiando a lo largo del ciclo ovárico para conseguir estar receptivo en el momento de la implantación del embrión. En esta preparación del endometrio intervienen dos hormonas: los estrógenos y la progesterona.
El grosor endometrial suele ser aproximadamente de entre 6 y 10 mm en los días 19-21 del ciclo menstrual, que es cuando el endometrio está receptivo. Este periodo de tiempo se conoce como ventana de implantación.
El grosor y el aspecto del endometrio son factores a tener en cuenta para predecir el éxito de un tratamiento de fertilidad. Un endometrio de entre 6 y 10 mm y de aspecto trilaminar en el momento del control es un signo de una buena respuesta endometrial al tratamiento, aunque no es suficiente para saber si se producirá la implantación o no debido a que este es un proceso complejo y existen más factores involucrados.
Cada caso debe ser evaluado y tratado de manera personalizada. Eso precisamente es lo que proponemos en IVI Santiago: acompañarte de manera personalizada y confiable en cada instancia de tu búsqueda por ser mamá.
Dolor en las relaciones y baja de libido
Durante las relaciones sexuales, y más específicamente en la penetración profunda, se entra en contacto con la zona comprometida por la endometriosis y esto por supuesto genera dolor en la mujer.
De hecho la mayoría de quienes sufren esta afección mencionan no sólo que hay determinadas posiciones que resultan por demás molestas, sino que además el dolor suele persistir tras la relación sexual.
Así, la libido va mermando y el deseo sexual va apagándose producto del círculo vicioso que lleva a las mujeres a pensar que si tienen relaciones sexuales les va a doler.
Factores que contribuyen a la hiperplasia endometrial
Existen muchos factores que alteran el equilibrio hormonal aumentando los niveles relativos de estrógenos en tu cuerpo y favoreciendo la aparición de hiperplasia endometrial:
- Ser mayor de 40 años.
- Haber tenido la primera menstruación muy joven o la menopausia muy tarde (muchos años bajo la acción de los estrógenos).
- La nuliparidad (los embarazos te protegen).
- El tabaquismo.
- Algunas patologías médicas como la diabetes, o las patologías tiroideas.
- La presencia de ovario poliquístico.
- La administración de estrógenos.
- La obesidad.
- Los antecedentes familiares de cáncer de mama, ovario o colon.
Diagnóstico y tratamiento
La hiperplasia del endometrio, por lo general, se trata mediante la administración de comprimidos de la hormona progesterona y la inserción del sistema intrauterino.
Además, el abordaje suele acompañarse de otras indicaciones como la recomendación de perder peso a las pacientes con sobrepeso o bien la realización de una histerectomía para las mujeres que no desean un embarazo futuro.
Lo que no debe desestimarse es que los comprimidos de progesterona se asocian con efectos secundarios en hasta un 84% de las pacientes y que además no siempre funcionan, y por eso la hiperplasia del endometrio puede regresar en hasta un 14% a un 30% de las pacientes después del tratamiento.
Por todo esto, es fundamental contar con un diagnóstico precoz que permita acceder rápidamente a un tratamiento y así no retrasar la búsqueda del tan deseado embarazo. Desde IVI Santiago contamos con el equipo médico y la experiencia necesaria para abordar a tiempo este tipo de patologías. No dudes en consultarnos, siempre estaremos dispuestos a acompañar tu proceso.
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