Por el Comité editorial de IVI Santiago
El 7 de abril de 1948 se fundó la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de garantizar el acceso a salud de todas las personas. En esta oportunidad, el lema es “Construir un mundo más justo y saludable”. La razón de esta elección manifiesta la OMS [1], es la disparidad en las oportunidades que existen a la hora de recibir atención médica.
Estas desigualdades repercuten en las posibilidades de recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados, algo vital para poder sobrellevar enfermedades. Tanto las afecciones congénitas como las adquiridas o no transmisibles, se pueden tratar mejor si hay un seguimiento adecuado y medidas de prevención.
Así, cada 7 de abril se recuerda la necesidad de prestarle atención a la salud de las poblaciones y de los individuos particulares. Este día se pone el énfasis en la prevención y el tratamiento, en las formas de revertir las consecuencias de dejar la salud “para lo último”. Y esto es válido también en términos de salud reproductiva, especialmente en este contexto de pandemia.
Cómo repercute la salud general en la fertilidad
La salud es integral. Los mismos factores de riesgo evitables que van en detrimento de la salud general, perjudican igualmente la fertilidad. Algunos de ellos son [2]:
- La deficiencia de nutrientes.
- El sedentarismo.
- La exposición a la contaminación ambiental.
- El consumo de alcohol.
- El tabaquismo.
- El sobrepeso o la obesidad.
- El estrés y/o los trastornos de ansiedad.
A estos factores de riesgo se le suma hoy la posibilidad de contagiarse COVID-19. Al respecto, es importante mencionar que un mejor estado de salud general predispondría menos a sufrir las consecuencias graves de la enfermedad [3].
COVID-19 y fertilidad
Actualmente, la forma de contraer COVID-19 y las consecuencias de padecerla son cada vez más conocidas. A poco más de un año de estudiar la enfermedad, empiezan a conocerse cada vez más sus efectos. Y, como se dijo, las personas que tienen más riesgo de enfermarse gravemente al contraerla son aquellas cuyo estado de salud general no es bueno.
Aunque las primeras informaciones de las sociedades científicas afirmaban, al inicio de la pandemia, que no existía riesgo de transmisión vertical de la madre al feto, con el transcurso de la pandemia ha habido estudios puntuales que han encontrado signos de contagio en la placenta. En cualquier caso, por norma general la posibilidad de transmisión, que no es significativa, sería más común hacia el final del embarazo.
Además, ya existen recién nacidos vivos concebidos en periodo de riesgo y no existe ningún estudio que aluda a malformaciones o enfermedades derivadas del virus SARS-CoV-2. Desde IVI seguiremos monitorizando todas las actualizaciones de las sociedades científicas y la casuística relativa.
Salud y Reproducción Asistida
A veces, y a pesar de todos los esfuerzos puestos en mejorar la salud para gestar de forma natural, los resultados no son los esperados. En estos casos, consultar con un especialista en Reproducción Asistida puede guiar a las personas hacia un diagnóstico y tratamiento adecuados. En IVI Santiago hay varias opciones para aumentar las chances de lograr un embarazo:
Inseminación artificial (IA):
La misma se realiza colocando una muestra de semen en el interior del útero de la mujer, con la ayuda de una cánula. La muestra en cuestión es previamente analizada para elegir los espermatozoides con mejor movilidad. Por su parte, la mujer debe realizar una estimulación ovárica para formar varios folículos y así, producir más óvulos.
Se puede aconsejar en casos de problemas leves de calidad seminal, en mujeres con disfunciones ovulatorias o con al menos una trompa permeable. También, puede requerirse en casos de esterilidad de origen desconocido, siempre que la paciente femenina sea menor de 38 años.
En los casos en que el hombre carezca de espermatozoides, por ejemplo, o que tenga enfermedades genéticas con herencia dominante, se puede recurrir a un banco de semen. También puede ser recomendable en parejas serodiscordantes o mujeres sin pareja masculina.
Es un proceso de solidificación de los óvulos para preservarlos, y mantenerlos así a resguardo del paso del tiempo o de posibles tratamientos gonadotóxicos. A su vez, se puede recurrir a él cuando existen casos de cirugías repetitivas sobre el ovario, por ejemplo.
En todo caso, se realiza una estimulación ovárica y posterior punción fulicular para extraer los óvulos. La técnica consiste en cubrir los ovocitos con sustancias crioprotectoras y sumergirlos en nitrógeno líquido a -196º C. De esta forma, se pueden preservar los óvulos, o hasta que la mujer decida realizar un tratamiento de Fecundación In Vitro para convertirse en madre cuando lo desee.
Fecundación In Vitro (FIV).
Esta técnica de fertilización asistida se utiliza cuando se usan óvulos vitrificados, o bien, cuando las técnicas de inseminación artificial han fallado. También, puede ser la solución cuando las trompas de Falopio están obstruidas, entre otras afecciones.
El método puede realizarse colocando un óvulo en una placa de cultivo y rodearlo con espermatozoides, o bien, mediante Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI). Estos últimos pueden provenir tanto de una muestra de semen de la pareja como de un banco de semen.
Después de que se produce la fecundación en el laboratorio, se observan por unos días los embriones generados, se los analiza y se elige el más saludable para ser implantado en el útero materno. Si se desea, se pueden vitrificar los posibles embriones de buena calidad restantes, para utilizarlos en un ciclo posterior.
Este 7 de abril, la OMS realizará una campaña virtual
Este 7 de abril, la Organización Mundial de la Salud llevará adelante una campaña virtual con distintas exposiciones y actividades. Los detalles serán publicados en breve en este enlace.
En fechas como esta, es importante recordar que la salud física y mental es un factor central para una buena salud reproductiva. Los buenos hábitos, las consultas médicas regulares y tomar medidas de prevención para no contagiarse enfermedades como la COVID-19, puede ayudar a lograr un embarazo saludable.
[1] https://www.who.int/es/campaigns/world-health-day/2021
[3] https://www.paho.org/es/campanas/dia-mundial-salud-2021-construyendo-mundo-mas-justo-saludable
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