• Dependiendo de la edad y salud en general de la mujer, existen tratamientos en Reproducción Asistida que permiten lograr un embarazo en solitario
• “Es la decisión de validar otra forma de hacer familia. Hay un cambio sociocultural claro”, enfatiza Daniela Vargas, psicóloga de IVI Santiago, quien entrega algunos consejos antes de tomar esta decisión
SANTIAGO, MARZO 2019
Impensado hace unas décadas, hoy son cada vez más las mujeres que optan por un embrazo en solitario. Denominado a nivel social como “madre soltera por elección”, esta tendencia mundial también ha llegado a Chile.
Y aunque no existen cifras formales sobre este fenómeno, sólo en 2018, el 20 por ciento de las pacientes que asistieron a una primera visita a IVI Santiago se reportó sin pareja.
Ante este creciente fenómeno, lo primero que recomiendan los expertos es consultar a un especialista en Reproducción Asistida para confirmar la salud reproductiva de quien desea lograr un embarazo. “En ese punto es muy relevante la edad y salud, en general, de la paciente. A mayor edad se van acotando las posibilidades, pues los casos se vuelven más complejos. La edad condiciona la estrategia de tratamiento”, explica el doctor Eliseo Sánchez, ginecólogo de IVI Santiago.
De acuerdo a ello, existen tres métodos, que permitirían lograr la maternidad, en estas condiciones:
1. Inseminación Artificial Intrauterina con banco de semen. Este procedimiento, de baja complejidad, es recomendado para pacientes menores de 38 años, que cuenten con una reserva ovárica suficiente. Consiste en la introducción de espermatozoides (de un banco de semen) en el interior de la cavidad uterina. La inseminación se realiza con una cánula que pasa a través del cuello uterino y que permite introducir la muestra en el interior del útero.
2. Fecundación In Vitro (FIV) con banco de semen. Este tratamiento, sugerido para pacientes más cercanas a los 40 años, consiste en la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio -in vitro-, con el fin de obtener embriones ya fecundados para transferir al útero materno.
3. Fecundación In Vitro (FIV) con Ovodonación y banco de semen. Procedimiento recomendado para pacientes sobre los 45 años de edad o que presenten alguna enfermedad ovárica, que les impida utilizar su propio material genético. Este tratamiento, requiere el uso de óvulos donados, además del uso de esperma del banco de semen.
Las implicancias emocionales de ser madre soltera
“Optar por la maternidad sin una pareja, no es una decisión al azar; responde a acontecimientos y la historia personal de quien decide ser madre soltera por elección”, cuenta la psicóloga Daniela Vargas, que trabaja en IVI Santiago desde hace más de cinco años.
Desde su experiencia, la especialista comenta que se trata en su mayoría de mujeres sobre los 38 años, que han tenido parejas anteriores que no comparten su deseo de tener un hijo o no desean ser padres.
Debido a las implicancias de esta opción, la psicóloga Daniela Vargas recomienda considerar los siguientes consejos:
1. Reflexionar sobre esta decisión. Evaluar cómo me afectará un posible cuestionamiento social, eventuales discriminaciones, que puedan afectar tanto a la madre como futuro hijo.
2. Trabajar en la construcción de un relato para ese hijo, que le permita a la futura madre enfrentar la ausencia del progenitor. “En el espacio terapéutico preparamos a la paciente, revisando qué figura ocupará el donante, sus familiares más cercanos, etc., en la construcción de esta historia relacionada con el origen de ese hijo. Sin censurar los acontecimientos y validando las decisiones que ella tomó, para cumplir su deseo de maternidad”.
3. Definir una red de familiares y amigos cercanos, que la acompañarán en su maternidad. Establecer quiénes serán, cómo se vincularán, y en definitiva, quienes serán parte del relato familiar de su hijo.
4. Trabajar la ansiedad en relación a posibles cuestionamientos de parte del futuro hijo. Este temor desaparece en la medida que, durante las distintas etapas de desarrollo del niño, se ha acompañado su crecimiento con la narración verídica de los hechos. “Contrario a los temores de las madres, son niños empoderados que entienden y validan la opción de su madre y de esta otra forma de hacer familia. Enfrentan la ausencia de un padre dándole mucho valor a sus otros vínculos familiares”.
5. Abrirse a la posibilidad de una pareja futura. Las nuevas generaciones han cambiado su forma de pensar. La experiencia de cómo enfrentar esta decisión de maternidad en solitario, es distinta. En este nuevo escenario, las familias monoparentales tienen la posibilidad de reestructurarse, reinventarse o redefinirse en el tiempo.
De todas formas, la psicóloga advierte que se trata de un fenómeno reciente y en alza. “Es la decisión de validar otra forma de hacer familia. Hay un cambio sociocultural claro. Y si bien, hoy todavía escuchamos a mujeres que se dan un tiempo para esperar a esa persona con la quisieran compartir su historia, creo que en un futuro, cercano, eso irá cambiando. Hoy las mujeres se están empoderando, es una decisión que más bien está sólo en ellas”, puntualiza.