Por el Comité editorial de IVI Santiago
El último paso de un tratamiento de reproducción asistida es la transferencia embrionaria. Concretamente, es la forma en la que finaliza la Fecundación In Vitro (FIV) y tiene ciertas particularidades o recomendaciones que desde IVI Chile hacemos a nuestras pacientes. Entre éstas se cuenta el clásico interrogante de si guardar o no reposo después de una FIV o bien cómo dormir luego de la transferencia embrionaria, también llamada transfer.
La transferencia embrionaria consiste en la introducción dentro del útero materno, con la ayuda de una cánula especialmente diseñada para ello, el embrión que se obtuvo en el proceso de la Fecundación in Vitro y tras la estimulación ovárica. Este procedimiento no precisa sedación y es rápido e indoloro, realizándose en el quirófano.
“Síntomas” después de una transferencia embrionaria
Entre los signos que es posible que aparezcan una vez ya realizada la transfer, se pueden enumerar:
- Náuseas o mareos.
- Sensación de fatiga.
- Pinchazos en la zona abdominal.
- Aumento de la frecuencia para orinar.
- Flujo vaginal abundante.
- Sangrado.
Igualmente, vale mencionar que estos síntomas pueden también no presentarse y su intensidad varía de mujer a mujer.
Consejos durante el tratamiento
Lo cierto es que todo el proceso de la FIV compromete mucho a la mujer y a su pareja desde lo emocional. Por eso es importante prestar atención a ciertas recomendaciones, además de apoyarse entre los miembros de la pareja y también en la Unidad de Apoyo Psicológico de nuestro centro.
En cuanto a las recomendaciones médicas, lo mejor es:
- Seguir una alimentación equilibrada que incluya frutas y verduras y evite las comidas pesadas.
- Beber mucha agua.
- Evitar las altas temperaturas.
- No tomar baños de inmersión ni acudir a las piscinas calientes o los spa.
- Evadir las situaciones de estrés.
- No fumar ni tomar alcohol.
- Eliminar la exposición al humo de segunda mano.
- Realizar ejercicio moderado y al cual la persona esté acostumbrada.
- No mantener relaciones sexuales post transferencia embrionaria y hasta la realización de la prueba de embarazo.
Todas estas son recomendaciones generales y será el especialista tratante quién decida cuál es el mejor curso de acción, qué hábitos mantener y cuáles modificar.
Cabe destacar que estas sugerencias sirven tanto en el proceso para lograr un embarazo, como luego de la transferencia embrionaria y durante la gestación.
¿Qué pasa después de la transferencia embrionaria?
¿Cómo dormir luego de una transferencia embrionaria?
El descanso y el cuidado de la parte emocional después de una transferencia embrionaria son dos aspectos claves. Pero puntualmente respecto al hecho de dormir, existen muchos mitos.
Lo cierto es que no está comprobado que ninguna postura favorezca la implantación del embrión. Dado esto, lo más recomendable es que la paciente duerma como lo venía haciendo y del modo que le resulte más cómodo para garantizarse un descanso adecuado.
¿Qué sucede con los embriones?
Una consulta que suelen hacer las pacientes es: ¿cuántos embriones se van a transferir? La apuesta firme de IVI por la reducción de los embarazos múltiples es una realidad en nuestra clínica en la que, en la actualidad, en todos los tratamientos se realiza la transferencia de un único embrión. En los últimos diez años hemos logrado reducir los embarazos múltiples que a veces pueden ser problemáticos para la madre y el bebé.
Otra consulta habitual tiene que ver con el destino de los embriones que no se implantan. Cabe destacar que es posible criopreservarlos a -196 °C y almacenarlos en un tanque especial llamado CBS con tecnología de punta, para su uso futuro durante varios años.
¿De qué serviría esto? Lo positivo es que tener embriones congelados puede hacer que los ciclos futuros de FIV sean más cortos porque, por ejemplo, ya no será necesario realizar la estimulación ovárica para la obtención de óvulos.
¿Qué hacer después de una FIV?
Luego de la transferencia embrionaria y del reposo recomendado de entre 30 y 40 minutos en el centro, la paciente se va a su casa y entra en un período denominado betaespera que dura hasta el día de la prueba de embarazo. Esto es entre 10 a 14 días después de la transfer.
Esta etapa suele ser la de mayor ansiedad, razón por la cual es útil buscar contención y ayuda en tus seres queridos y en el equipo profesional.
Lo cierto es que en este tiempo que transcurre y hasta el análisis de sangre de beta-hCG, que es la prueba que determinará si una mujer está embarazada más allá del test de embarazo, sólo queda esperar y apoyarse en personas cercanas.
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