Por el Comité editorial de IVI Santiago
Una de las frases célebres del filólogo e historiador francés Georges Dumézil reza: “Un país sin leyendas se moriría de frío. Un pueblo sin mitos está muerto”. Por años, los mitos y leyendas se han considerado como relatos que han tenido un impacto en la sociedad. Sin embargo, han surgido en cualquier ámbito, hasta en temas de la reproducción de los seres humanos. A lo largo de las investigaciones médicas han tomado fuerza estos mitos y leyendas sobre la fertilidad en la historia. A continuación, en este artículo nos centraremos en derribar esas creencias erróneas, así como en aportar información verídica sobre el calendario de fertilidad femenina.
Los temas como la fertilidad o la medicina reproductiva tienen muchas aristas, así como puntos de vista. Desde tiempos milenarios se han difundido afirmaciones, datos y estadísticas inherentes al proceso de un embarazo, bien sea espontáneo o por un tratamiento. Pero ¿esas afirmaciones son ciertas? ¿Cómo se puede combatir la desinformación en estos casos tan álgidos? Desde IVI Santiago articulamos nuestros esfuerzos y conocimientos en la materia para promover información oportuna en aras de brindarle tranquilidad a quienes desean recorrer el camino hacia la maternidad. Lo primero, es aclarar ¿a qué se le conoce como el calendario de fertilidad femenina?
¿Qué es y cómo funciona el calendario de fertilidad femenina?
Al calendario de fertilidad femenina se le conoce como un método natural que sirve para identificar los días fértiles de una mujer. Este control se lleva a cabo minuciosamente cuando se decide ser madre en solitario o en pareja. En otras palabras, el calendario de ovulación, como también se le conoce, indica que en los días previos y durante la ovulación es la mejor etapa para lograr la fecundación de un óvulo. Esto se debe a que la mujer genera la debida mucosidad y temperatura en aras de recibir el óvulo fecundado en el útero materno.
5 mitos y leyendas sobre la fertilidad
Puede decirse que en torno al tema del calendario de fertilidad femenina han surgido un sinfín de inquietudes que es importante disipar. A continuación, se presentan una serie de planteamientos que forman parte de este apartado denominado “5 Mitos y leyendas sobre la fertilidad”:
- Lograr un embarazo es fácil:
Una definición básica de la biología apunta a que el proceso de un embarazo es complejo. Esto se debe a que intervienen diversos factores como la fertilidad femenina y masculina, así como otros aspectos externos (estilo de vida, nutrición y hábitos que se han puesto en marcha año tras año). De hecho, los expertos señalan que las parejas que no tienen problemas de fertilidad disponen de un 25% de probabilidad de alcanzar un embarazo en cada ciclo de ovulación.
Aunado a esto, se sabe que la fertilidad femenina disminuye a partir de los 35 años. Mientras que al pasar los 40 años esa posibilidad se reduce a menos del 10%. Lo recomendable en estos casos es que una mujer acuda al especialista una vez que decida afrontar la maternidad. Los tratamientos de reproducción asistida son una opción segura y confiable, para las personas que sufren de infertilidad.
- Si hay sangrado después de una transferencia embrionaria, el tratamiento de fertilidad no funciona:
Una vez que se da la implantación del embrión, el útero materno lo recibe cuando ya tiene las condiciones adecuadas para nutrirlo. Así que la cavidad uterina se engrosa durante las primeras semanas de la gestación y es allí cuando ocurre la irrigación. Por lo general, las pacientes tienen un leve sangrado vaginal después de una transferencia de embriones que se denomina como sangrado de implantación.
Sin embargo, existen muchos mitos sobre el sangrado vaginal dado que lo asocian con un aborto espontáneo o bien con el fracaso de un tratamiento de fertilidad y no es así. Cuando el útero aloja el embrión, es frecuente que los vasos sanguíneos se rompan y produzcan un machado. Aunque no todas las mujeres presentan este síntoma, los médicos especialistas aseguran que siempre se debe cumplir con las citas ginecológicas para llevar un control oportuno.
- La mujer siempre será fértil mientras tenga el ciclo menstrual:
Tomando en cuenta las indicaciones del calendario de fertilidad femenina, la mujer tiene su mejor etapa de fertilidad unos 3 días previos a la ovulación y justo cuando esta llega. Sin embargo, hay que aclarar que en ocasiones es difícil lograr un embarazo aun teniendo la menstruación. ¿Por qué? La mujer entra en la etapa de la menopausia a los 50 años; entonces, 5 años antes de consolidarse es complejo llegar a la gestación aun viendo la menstruación. El factor de la edad es importante al momento de decidir ser padres o madres.
- La fertilidad de la mujer merma a los 38 años:
La fertilidad femenina está relacionada directamente con la edad. La reserva ovárica tiene su punto más alto a los 20 años, siendo una edad adecuada para tener un embarazo. Sin embargo, en la realidad pasa lo contrario. La mayoría de las mujeres retrasan la maternidad hasta los 40 años por diversos factores: económicos, laborales, académicos o personales
Pero, es oportuno remarcar que la fertilidad merma a partir de los 35 años. En este caso, queda derribado el mito de que a los 38 años la respuesta ovárica disminuye, dado que sucede mucho antes. No obstante, un embarazo a los 38 años o más se considera como Maternidad avanzada y en algunos casos puede tener consecuencias de alto riesgo.
- Entre más relaciones sexuales sin protección se tenga, más rápido se da una gestación:
Esto es falso. Según el calendario de fertilidad femenina, una mujer solo tiene un par de días fértiles durante su ciclo menstrual y es allí cuando tener relaciones sexuales con la pareja aumentará las probabilidades de un embarazo, si no presentan problemas de infertilidad. Pero, de tener alguna irregularidad en su aparato reproductor, la pareja deberá someterse a un tratamiento de reproducción asistida para poder convertirse en padres.
Mito o verdad: ¿la reproducción asistida sólo trata parejas heterosexuales con problemas de infertilidad?
Este planteamiento también es falso. Desde el año 2007 en IVI Santiago apoyamos a las parejas heterosexuales que desean ser padres mediante un método de fertilidad. Sin embargo, hemos expandido nuestros ideales para ayudar a las mujeres homosexuales que también anhelan constituir un hogar. A este nuevo modelo de familia se le conoce como Familias homoparentales. Ahora existe El Acuerdo de Unión Civil (AUC) establecido por la Ley N° 20.830 y el cual entró en vigencia desde octubre del año 2015. Dicho documento establece que un hogar es aquel que comparten 2 personas de igual o distinto sexo.
Pero ¿cómo ayuda la medicina reproductiva a las familias homoparentales? Es de saber que en la clínica contamos con el Método ROPA (Recepción de Ovocitos de la Pareja). Se trata de una innovadora técnica que les permite a ambas mujeres formar parte del proceso de gestación. Todo inicia con la fertilización de los ovocitos gracias al método de la Fecundación in Vitro (FIV) pero utilizando el semen de un donante.
Tras completar esta fase, el embrión se transfiere al útero de la segunda madre para dar lugar al embarazo. Previamente, será la pareja quien decida qué rol tendrá cada una en el proceso, siempre asesoradas por el médico especialista. La maternidad compartida, entonces, se convierte en una excelente alternativa para ayudar a las parejas igualitarias a ser parte de la sociedad con la posibilidad de conformar su núcleo familiar bajo los nuevos estándares.
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