Por el Comité editorial de IVI Santiago
Miles de mujeres en el mundo utilizan los métodos anticonceptivos como una alternativa para impedir un embarazo no deseado. Podría decirse que existen tantas opciones como necesidades en la mujer se conocen. Aunque los motivos para recurrir a ellos no sean los mismos, esta decisión converge en un punto en común: los múltiples beneficios que aporta al organismo: disminuye el dolor pélvico (dismenorrea) durante el ciclo menstrual, mejora la anemia en pacientes con menstruaciones largas o abundantes, reduce la aparición del acné, el hirsutismo (vellos aumentados) e incluso la retención hídrica. Las dudas surgen cuando comienza a planificar un embarazo: ¿Cómo discontinuarlos al buscar un embarazo?
En este punto, vale aclarar que la suspensión de los métodos anticonceptivos dependerá del tipo que se esté empleando:
- Los condones masculinos o femeninos se dejan de usar en el momento justo que se quiere concebir. No tienen un plazo específico.
- Los diafragmas tienen el mismo resultado por tratarse de un método de barrera. Se puede parar su uso y empezar con una gestación planificada.
- En el caso de los anticonceptivos hormonales, sí es recomendable completar el tratamiento y, una vez culminado, se debe esperar un tiempo prudente para que el ciclo menstrual se regularice.
- Con las inyecciones pasa algo similar; hay que dejar transcurrir un tiempo. Pues la mujer tardará en quedar embarazada entre 2 a 18 meses.
- Los DIU o dispositivos intrauterinos, al igual que el anillo vaginal, también deben dejarse a un lado un par de meses antes de planificar un embarazo.
- En la vasectomía y la ligadura de trompas de Falopio no hay vuelta atrás, pues es un método permanente. Su ejecución debe estudiarse con mucho cuidado.
¿Por qué las mujeres interrumpen los métodos anticonceptivos?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 hubo cerca de dos mil millones de mujeres en edad reproductiva (15-49) en todo el mundo. De ellas, mil millones tuvieron intenciones de planificar una familia, 842 millones usaron métodos anticonceptivos y 270 millones tuvieron una necesidad insatisfecha de anticoncepción.
De acuerdo a un estudio publicado en la Revista estadounidense de Obstetricia y Ginecología (American Journal of Obstetrics and Ginecology -2006-), entre los métodos anticonceptivos más utilizados, se destacan los anticonceptivos orales -ACO- (39,6%), seguidos de los preservativos masculinos (21,4%) y la ligadura tubárica (7,6%).
Por lo general, las mujeres no suelen utilizar dos métodos anticonceptivos en simultáneo. Sin embargo, una parte de la muestra que participó de dicho estudio demostró que algunas mujeres eligen como segunda opción el preservativo masculino.
Otro dato importante es que las mujeres toman la decisión de interrumpir los métodos anticonceptivos por diversas razones: la mayoría de las mujeres que dejaron de usarlos ACO como principal método anticonceptivo, fue a causa de los efectos colaterales. Algunos efectos incluyeron náuseas, sangrado intermenstrual, ganancia de peso, cefaleas y cambios de humor, así como la disminución de la libido; pero en este punto se debe enfatizar que aún no está comprobado que obedezca al uso de los anticonceptivos. Por otro lado, las mujeres que discontinuaron el uso de condones lo hicieron por querer utilizar un método más efectivo y satisfactorio, y por desear un embarazo.
¿Cuál es el escenario en Chile?
Para el año 2008, el Ministerio de Salud en Chile enlistó -al menos- un total de 19 métodos anticonceptivos regulados, pero remarcó que los chilenos solo recurren a unos pocos. Dicha institución también puntualizó en un comunicado que “la mitad de la población usa un método anticonceptivo, porque hay un grupo importante que no tiene riesgo de embarazo”. En palabras más concretas, se refería a las personas mayores; que son estériles o que fueron sometidas a un proceso de esterilización. Por otro lado, la entidad subrayó que cerca de un 20% de los ciudadanos no tenían pareja y cerca de un 6% estaban en busca de un embarazo planificado.
Entre las alternativas para evitar un embarazo no deseado en Chile para esa época, y según su porcentaje de uso, figuran las siguientes opciones: Píldora anticonceptiva (17%), Dispositivos intrauterinos (13,6%), El condón (10%), Las inyecciones (1,5%), Coito interrumpido (0,4%).
Estos son los diferentes tipos de métodos anticonceptivos
Cada especialista en reproducción y fertilización deberá tomar en cuenta ciertos indicadores en los pacientes al momento de seleccionar el tratamiento más idóneo. Todo dependerá de la edad, las condiciones de salud, la frecuencia de la actividad sexual, la cantidad de parejas y hasta los antecedentes familiares. Se clasifican en los siguientes grupos:
- Anticoncepción reversible de larga duración (LARC, por sus siglas en inglés)
– Métodos intrauterinos: se trata de un dispositivo intrauterino (DIU) que también se le llama sistema intrauterino (SIU). Es un pequeño dispositivo en forma de T que se coloca en el útero para evitar el embarazo. Pueden durar 10 años en el cuerpo. Una de sus versiones es el DIU o SIU hormonal que da lugar a la liberación de la hormona progestina (levonorgestrel) en el útero. Su porcentaje de falla es baja: inferior al 0,5%.
A su vez, está el DIU de cobre, que impide que el esperma tenga contacto con el óvulo y así evita que lo fecunde. Además, evita que el óvulo se adhiera en el útero. Su tasa de falla se ubica en 1 de cada 100. Sin embargo, aproximadamente el 4 % de las mujeres expulsan el dispositivo por lo que se requiere insertarlo de nuevo.
– Los implantes: este tipo de implantes se identifican por ser unas varillas implantables. A su vez, estas varillas son elaboradas en plástico flexible y vienen en un tamaño similar al de un fósforo. Cuenta con una tasa de falla menor al 0,5 % (menos de 1 cada 200 mujeres quedan embarazadas en 1 año después de su uso).
- Métodos hormonales
– Anticonceptivo inyectable: estos métodos anticonceptivos se componen de la inyección de una progestina, Depo-Provera® (DMPA, acetato de medroxiprogesterona de depósito). Se realiza la punción en el brazo o en la nalga. Por lo general, una vez cada 3 meses.
– Píldoras solo de progestina (POP, por sus siglas en inglés): como función principal, las POP engrosan el moco cervical, lo que impide el paso del esperma hacia el útero o bien que ingrese a las trompas de Falopio. Estas píldoras deben tomarse una vez al día.
- Métodos hormonales combinados
– Anticonceptivos orales combinados (COC, por sus siglas en inglés; “la píldora”): se trata del grupo del COC que se componen de estrógeno sintético y una progestina. Su combinación sirve para inhibir la ovulación.
– Parche anticonceptivo: consiste en un método que se forma por un parche de plástico, de contextura fina que se adhiere a la piel. Seguidamente, libera hormonas al torrente sanguíneo a través de la piel. En concreto, este parche se ubica en la parte baja del abdomen, en las nalgas, en la zona externa del brazo o en la parte superior del cuerpo.
– Anillos vaginales: el anillo tiene un tamaño pequeño y es fino. También es flexible y mide cerca de 2 pulgadas de diámetro. Este dispositivo se inserta en la vagina mediante un proceso cuidadoso realizado por un especialista. Gracias a este dispositivo se liberan en forma continua las hormonas durante 3 semanas.
- Métodos de barrera
– Condones masculinos: es importante aclarar que los condones, que pertenecen al grupo de los métodos de barrera, son fabricados en látex o poliuretano y tienen la capacidad de reducir el riesgo de diseminar enfermedades de transmisión sexual (STD, por sus siglas en inglés). Mientras que los condones elaborados con piel de cordero no previenen las STD, así que se deben tirar una vez finalizado el acto sexual.
– Condones femeninos: estos métodos se caracterizan por ser una bolsa de plástico fino y flexible. Para su correcto funcionamiento, una parte del condón se inserta en la vagina previamente a tener relaciones sexuales, en aras de evitar que el esperma llegue hasta el útero.
– Esponjas anticonceptivas: aunque en principio el nombre de este tipo de dispositivos no sea agradable, vale destacar que se trata de unas esponjas de espuma blandas. Las mismas están impregnadas de espermicida y son desechables. Para efectos, se inserta una de ellas en la vagina, claramente antes de iniciar las relaciones sexuales.
– Espermicidas: los espermicidas tienen la facultad de destruir los espermatozoides. En tanto, éstos pueden emplearse por sí solos o en combinación con un diafragma o bien un capuchón cervical.
– Diafragmas: vale acotar que es importante que el diafragma esté ubicado en su lugar durante 6 a 8 horas luego de tener las relaciones sexuales para evitar el embarazo. Sin embargo, debe retirarse dentro de las 24 horas después de su inserción.
– Capuchones cervicales: estos dispositivos tienen muchas similitudes con los diafragmas, pero son más pequeños y hasta un poco más rígidos. En líneas generales, es como una copa de silicona bien fina. La misma se inserta en la vagina, al igual que los anteriores, antes de tener relaciones sexuales.
- Esterilización
– Implante esterilizadores: a este tipo de técnicas no quirúrgicas también se les conoce como métodos anticonceptivos permanentes. Tienen como objetivo obstruir las Trompas de Falopio.
– Ligaduras de trompas: este procedimiento es quirúrgico. Una vez la dama está en la sala de cirugía, el médico corta o sella las trompas de Falopio. Por consiguiente, la unión entre las trompas de Falopio con la cavidad uterina se ve interrumpida. Por tanto, el esperma no puede llegar al útero ni fecundarlo.
– Vasectomía: se trata de una intervención en la que se corta, cierra u obstruye los conductos deferentes. Dicho de forma más específica, se obstruye el paso entre los testículos y la uretra.
Desde IVI Santiago contamos con el capital humano capacitado y preparado para atender los diferentes casos de las parejas. Esto con el propósito de indicar el tratamiento o procedimiento adecuado cuando se toma la valiente decisión de suspender los anticonceptivos para convertirse en padres. ¡Cuenta con nuestro apoyo, agenda tu primera cita!
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