Por el Comité editorial de IVI Santiago
Los signos y síntomas de ovulación varían en cada persona y es posible que haya quienes no los experimenten. Además, algunas mujeres ovulan “como un reloj” (el mismo día de su ciclo cada mes), mientras que otras simplemente ovulan en días diferentes de cada periodo.
Dado que el seguimiento de la ovulación está relacionado con la búsqueda de un embarazo, es importante prestar atención a los signos que podrían indicar que estás ovulando. A continuación, te contamos todos los detalles para responder a la recurrente pregunta de “cómo saber si estoy ovulando”.
Durante la ovulación podrás apreciar una serie de cambios a nivel físico como variaciones en el moco cervical y síntomas a nivel corporal. Esta información te permitirá aprovechar tu periodo de fertilidad para lograr un embarazo de éxito.
Cabe señalar que la ovulación es el momento en que el óvulo sale de un ovario y se dirige hacia las trompas de Falopio, donde puede ser fecundado por los espermatozoides. Este proceso natural es impulsado por el aumento de las hormonas reproductivas, como la hormona luteinizante (HL), que ocasiona que el folículo se rompa y libere al óvulo.
Recuerda que en IVI Santiago estamos dispuestos a resolver todas tus dudas e inquietudes sobre este y otros temas de salud reproductiva. Además, nuestros especialistas te pueden guiar en caso de que estés buscando un embarazo.
¿Cómo saber si estoy ovulando?
La ovulación se produce cuando los cambios hormonales le indican a los ovarios que es momento de liberar un óvulo maduro. Suele ocurrir una vez al mes, justo a la mitad del ciclo menstrual.
Sin embargo, en ocasiones la ovulación se produce más de una vez al mes y en otros casos no ocurre en absoluto. Esto puede dificultar su seguimiento, pero prestar atención a los cambios físicos puede ayudarte a identificar los síntomas de estar ovulando.
En muchos casos, la ovulación se asocia con la hinchazón, sensibilidad en los senos y un ligero aumento de la temperatura corporal basal. Aunque, no todo el mundo experimenta estos cambios.
A continuación te mostramos los signos y síntomas de ovulación, que pueden variar de persona a persona. Incluso es típico notar algunos de ellos un mes y que desaparezcan al siguiente. Toma en cuenta que no experimentarlos no significa que no estás ovulando.
- Cambios en el flujo vaginal: cada mujer puede experimentar un tipo diferente de moco cervical, pero, por lo general, durante la ovulación es común encontrar una mayor cantidad de flujo húmedo.
- Cambios en la temperatura corporal basal: en muchos casos, es común que a medida que te acercas a la ovulación se presente un ligero descenso en la temperatura corporal, seguido de un fuerte aumento después de la ovulación. El incremento de temperatura es señal de que la ovulación acaba de producirse.
- Cambios en la posición y firmeza del cuello uterino: durante la ovulación es posible verlo blando, alto, abierto y húmedo. Esta zona de la matriz experimenta muchos cambios en la ovulación.
Estos tres signos son los más característicos de la ovulación, aunque algunos otros incluyen pechos sensibles o pezones adoloridos conforme se acerca el momento de la ovulación. Otras personas experimentan ligeros calambres o dolores a un lado de la pelvis, hinchazón abdominal, incluso un aumento del deseo sexual.
¿Cómo es el flujo durante la ovulación?
Los cambios en el moco cervical son parte de los síntomas de estar ovulando. El flujo vaginal está conformado principalmente por agua y su consistencia cambia durante la ventana de fertilidad. Esto ocurre debido a las variaciones en los niveles de hormonas como el estrógeno y la progesterona. Además, el flujo vaginal puede proporcionar pistas sobre la ovulación.
El moco cervical al momento de la ovulación permite transportar los espermatozoides hasta el óvulo. En la ventana de fertilidad, este fluido resbaladizo aumenta de volumen.
El flujo durante la ovulación se vuelve fino, de textura elástica y color claro. A menudo se describe con una consistencia como de clara de huevo. Conforme se acerca la ovulación, es probable que notes más cantidad de lo habitual, incluso como una mancha en tu ropa interior.
En el momento más fértil, este moco cervical ayudará a transportar a los espermatozoides hasta el óvulo y proporcionará lubricación adecuada para las relaciones sexuales.
Si bien el ciclo menstrual suele durar entre 28 y 32 días, algunas personas pueden tener ciclos mucho más cortos o más largos. Pero por lo general, la fecha de ovulación puede estimarse calculando entre 12 y 16 días a partir de la siguiente menstruación prevista.
La mayoría de las mujeres ovulan entre el día 11 y el 21 de su ciclo, contando desde el primer día de la última menstruación. Esto es lo que muchos denominan el “periodo de fertilidad”, ya que las relaciones sexuales durante este tiempo aumentan las posibilidades de embarazo.
Preservación de la fertilidad: ¿Cómo congelar óvulos?
Es importante mencionar que algunas personas tienen períodos irregulares y suelen ovular de manera irregular, o no ovulan en absoluto. También se pueden tener condiciones médicas que impidan la ovulación y con ello la posibilidad de concebir.
Si estás buscando un embarazo y vives con alguna condición médica que te produce problemas con la ovulación, considera la posibilidad de acudir con un profesional de la salud. El especialista en medicina reproductiva te orientará sobre los mejores tratamientos para la preservación de la fertilidad. Con esto será posible realizar un seguimiento puntual de tu caso para la preservación de óvulos si así lo deseas.
El principal tratamiento consiste en la criopreservación de óvulos por medio de la vitrificación. Con esto se mantienen las posibilidades de tener un embarazo en el futuro, evitando que la probabilidad se reduzca con el paso del tiempo.
En caso de que decidas optar por la preservación de la fertilidad, nuestros expertos estarán dispuestos a ofrecerte el mejor tratamiento que se adapte a tus necesidades.
Ten presente que la opción de congelar óvulos consiste en que tus ovocitos sean tratados con sustancias protectoras a bajas temperaturas para que puedas protegerlos del paso del tiempo.
Finalmente, recuerda que aprender a realizar un seguimiento de los síntomas de ovulación puede ser un reto al principio, pero con el tiempo es posible reconocer los signos comunes con relativa facilidad. Así serás capaz utilizarlos para medir en qué momento de tu ciclo te encuentras en caso de buscar un embarazo. Además, puede ayudarte a estar más en sintonía con tu cuerpo mes a mes.
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