Por el Comité editorial de IVI Santiago
La finalidad del legrado uterino es tanto obtener muestras de tejidos como proceder a su eliminación. Normalmente relacionado con situaciones de aborto, esta técnica ginecológica también se utiliza en diversos tratamientos y diagnósticos, tal y como ocurre en los estudios de fertilidad.
¿Qué es un legrado?
El curetaje uterino consiste en legrar o raspar el endometrio o capa de mucosa que recubre el útero. Su práctica no solo se corresponde con un procedimiento, sino también como una técnica clínica aplicada en distintas situaciones.
Respecto a qué es un legrado en el embarazo, esta intervención se relaciona con la interrupción voluntaria de este o aborto quirúrgico. Asimismo, después de un parto es posible la práctica de un curetaje para limpiar restos de la placenta adheridos a las paredes del útero.
¿Cuándo se realiza un legrado uterino?
De manera más detallada, puede llevarse a cabo un legrado en diversos momentos:
- Aborto espontáneo: legrar, en este caso, sirve para limpiar el útero en caso de no haberse producido la expulsión del embrión (aborto retenido).
- Interrupción voluntaria del embarazo/aborto terapéutico: se utiliza para finalizar el embarazo de forma inducida por elección personal o por razones médicas que así lo aconsejen.
- Diagnóstico: el legrado uterino sirve para determinar tanto la causa del aborto natural como de distintas afecciones. En el cáncer de útero, por ejemplo, se extrae por raspado una muestra de tejido endometrial para su examen (biopsia), al igual que para conocer los motivos de distintas alteraciones de la menstruación. También puede emplearse en el diagnóstico de la hiperplasia intraepitelial, engrosamiento irregular del endometrio.
- Extirpación de pólipos en tratamientos de fertilidad: los pólipos son formaciones celulares que sobresalen y proliferan en el endometrio. Varían en tamaño, desde pequeños puntos a crecimientos que pueden cubrir la cavidad uterina. Su presencia puede ocasionar distintos síntomas como sangrado anormal, abortos espontáneos o imposibilidad de que el óvulo fertilizado se implante en el útero. Cuando son reducidos, el raspado uterino es una vía para su eliminación, si bien la manera más eficaz en todo caso es la histeroscopia.
- Extracción de bolsas de líquido en el embarazo molar: en esta forma de embarazo poco frecuente se produce una multiplicación anómala de trofoblastos, células que generan la placenta. El legrado uterino se precisa para retirar el tejido molar del útero.
- Eliminación del DIU: en ocasiones ocurre que este dispositivo anticonceptivo queda retenido por tejido del endometrio, el cual se libera mediante el curetaje.
Fertilidad después de un legrado uterino
Los riesgos a la hora de quedar embarazada después de un legrado son nulos, si bien es aconsejable esperar dos ciclos menstruales para ello (dos o tres meses). Con ello se logra una adecuada regeneración de la capa endometrial, lo que reduce en gran parte el riesgo de aborto.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que esta intervención puede causar traumatismos en las paredes del útero. Esto representa un impedimento para la fecundación cuando en el proceso de cicatrización de los tejidos se generan adherencias. Otras consecuencias negativas son desgarros en el cérvix e incluso perforación de la pared uterina.
¿Cómo se hace un legrado?
El legrado uterino es una operación quirúrgica sencilla y de corta duración, en torno a 15 minutos. Para llevarlo a cabo, se administra anestesia general ligera y se siguen, principalmente dos pasos:
- Dilatación: el cuello uterino se ensancha suavemente con dilatadores quirúrgicos, lo que permite introducir el instrumental necesario.
- Curetaje: se legran las paredes del útero y se elimina la capa de tejido endometrial.
En la interrupción del embarazo dentro del primer trimestre o después de un aborto espontáneo se suele realizar el legrado por aspiración o succión.
Recomendaciones tras el legrado uterino
Muchas mujeres se preguntan si duele un legrado. En general, las molestias pueden manejarse con medicación. Igualmente, puede presentarse sangrado vaginal de color oscuro, cólicos pélvicos y dolor de la espalda baja durante unos cuantos días después del procedimiento. Estas son las recomendaciones que deben observarse tras un legrado:
- Descansar en posición horizontal al menos 24 horas tras la intervención. No realizar esfuerzos innecesarios ni conducir en este día.
- Evitar el uso de tampones. Si se eliminan coágulos de sangre en los primeros días, se deben emplear compresas.
- No realizar el coito durante al menos tres semanas.
- Ducharse en vez de bañarse y no practicar natación.
- No realizar ejercicio físico intenso ni de impacto.
- No realizar duchas vaginales.
- Consultar al médico en caso de experimentar fiebre, flujo maloliente o dolor intenso que no cede con analgésicos.
Fuentes:
- Jacobson, John D. et al. (2024), Dilatación y Legrado, MedlinePlus, Disponible en la web: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002914.htm
- Consejo editorial de John Hopkins Medicine (2024). Dilatación y legrado (D y C), Hopkins Medicine, Disponible en la web: https://www.hopkinsmedicine.org/health/treatment-tests-and-therapies/dilation-and-curettage-d-and-c
- Consejo editorial de Victoria State Government (2020), Dilatación y legrado (D&C), Better Health, Disponible en la web: https://www.betterhealth.vic.gov.au/health/conditionsandtreatments/dilatation-and-curettage-dc
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