9 Mayo 2025

Infertilidad inmunológica: causas, diagnóstico y tratamientos

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La situación de infertilidad inmunológica tiene lugar cuando el sistema inmunitario responde de forma desfavorable en el proceso reproductivo. Los trastornos del sistema inmunológico pueden ocasionar infertilidad en hombres y mujeres.

Por otra parte, las enfermedades autoinmunes pueden ser causa de problemas en la fertilidad y provocar abortos de repetición. Patologías como el lupus, artritis reumatoide o diabetes tipo 1 son padecidas en su gran mayorías por las mujeres y aumentan estos riesgos.

Tabla de contenidos

¿Qué es el sistema inmunitario?

El sistema inmunológico se caracteriza por sus mecanismos de respuesta efectora y reguladora:

Mecanismo efector: las células especializadas en elaborar las respuestas efectoras consiguen eliminar, neutralizar o expulsar agentes patógenos y células tumorales.
Mecanismo regulador: se encarga de moderar las respuestas efectoras, con el fin de prevenir daños al propio organismo.

Las células inmunitarias fundamentales son los linfocitos o glóbulos blancos, elaborados en la médula ósea. Su función es distinguir las células propias de otras extrañas y producir los anticuerpos, proteínas que detectan los antígenos o sustancias dañinas.

Toda este sistema es fundamental para proteger el cuerpo de distintas enfermedades. Sin embargo, cuando su respuesta es defectuosa se produce un ataque a las propias células, provocando distintas enfermedades autoinmunes.

En cuanto a la fertilidad, el sistema inmunitario influye fuertemente en esta y las causas de infertilidad inmunológica son muy diversas. En principio, este tipo de infertilidad suele atribuirse a un factor cuyo origen es desconocido. Tras la realización de un estudio de fertilidad, las alteraciones del sistema inmunitario están presentes entre un 20%-40% de los casos de infertilidad.

¿Qué es la infertilidad inmunológica?

La falta de fertilidad atribuida a causas inmunes afecta a hombres y mujeres, si bien es en estas últimas a quienes más afecta. Esta diferencia puede explicarse por la interacción entre el sistema inmunitario y las hormonas sexuales femeninas.

La modulación hormonal, en particular la ejercida por los estrógenos, confiere una gran capacidad de respuesta inmunitaria frente a agentes extraños. Esta misma elevada reactividad parece ser la responsable del ataque a los propios antígenos del organismo. Por tanto, el sesgo sexual por el que la mayor prevalencia de patologías autoinmunes se da en las mujeres se debe, por tanto, a la fortaleza de esta respuesta.

El sistema inmunitario femenino está preparado para desarrollar la tolerancia a un feto antigénicamente distinto al suyo durante el embarazo. En este sentido, se cree que la progesterona desempeña un papel moderador, influyendo en la respuesta inmunitaria y promoviendo un entorno propicio para el feto. Sin embargo, la desregulación de estos mecanismos de aceptación inmunológica puede desencadenar las siguientes complicaciones:

Abortos espontáneos y abortos recurrentes, síntomas frecuentes del rechazo del feto debidos a una tolerancia inmunitaria insuficiente. Los abortos de repetición y sus causas representan una situación que suele marcar el inicio pruebas inmunológicas de fertilidad.
Preeclampsia, una complicación propia del embarazo a partir de la semana 20 de embarazo que implica hipertensión y niveles altos de proteína en la orina. Está relacionada con una respuesta inmunitaria hiperactiva.
Fallos recurrente de implantación (FRI), difíciles de establecer cuando se busca el embarazo de forma natural. Solo pueden conocerse en el caso de la fecundación in vitro (FIV), dado que existe la certeza de la transferencia del embrión al útero.

Tipos de infertilidad inmunológica

La inmunología de la reproducción analiza cómo los trastornos del sistema inmunitario contribuyen a disfunciones reproductivas o a las complicaciones durante embarazo. Como hemos mencionado, en condiciones normales, el sistema inmunitario de la mujer acepta los antígenos heredados del padre. Sin embargo, en caso de alteraciones inmunitarias, el embrión es reconocido como no propio.

Comprender el funcionamiento de estos delicados mecanismos inmunológicos es fundamental para el desarrollo de tratamientos específicos. Estos están dirigidos a evitar y controlar las complicaciones que pueden darse en los distintos casos de infertilidad inmunológica.

Infertilidad inmunológica masculina

Los espermatozoides presentan una gran capacidad antigénica. Son capaces, así, de generar respuestas inmunológicas al ser rechazados por el sistema inmunitario de la mujer. La cuestión es determinar los factores por los que se les detecta como extraños.

Cuando se rompen las barreras de protección con las que cuentan los espermatozoides, el sistema inmunitario puede formar anticuerpos contra estos gametos masculinos. Estos anticuerpos antiespermatozoides (AAE) son inmunoglobulinas, un tipo de proteínas que se adhieren a la célula espermática. Esta unión afecta a su motilidad y capacidad de fecundación del óvulo. En general, los AAE no son clínicamente significativos, pero en una minoría de hombres pueden representar un problema para concebir.

Su etiología se debe a distintos factores y su presencia es el motivo más común de infertilidad inmunológica en los hombres. Para su diagnóstico se emplean pruebas directas e indirectas en líquidos biológicos. La primera de ellas se realiza en los mismos espermatozoides, mientras que las segundas en el moco cervical de la mujer.

Infertilidad inmunológica femenina

La trombofilia es una condición autoinmune hereditaria o adquirida que afecta a la coagulación. Esta patología, en la que la sangre se coagula muy fácilmente, se ha asociado con la insuficiencia reproductiva. En el grupo de trombofilias adquiridas se encuentra el síndrome antifosfolípido (SAF). Esta alteración, también conocida como síndrome de Hughes, es responsable de alrededor del 15% de los abortos por repetición.

Normalmente estas alteraciones no tienen graves consecuencias en la salud de las mujeres. No obstante, sí constituyen un riesgo durante el embarazo, dado que los coágulos que se forman en la sangre pueden llegar a la placenta e interferir en el desarrollo del feto. Para evitarlos durante el embarazo se aplica un tratamiento consistente en heparina y ácido acetilsalicílico.

Infertilidad aloinmune, situación en la que se generan anticuerpos para rechazar el tejido embrionario de origen paterno. Los agentes que luchan para eliminar esta presencia considerada como ajena son un tipo de linfocitos denominados Natural Killers (NK). Para conocer cómo influye la respuesta aloinmune en la implantación y el desarrollo embrionario se realiza un análisis de sangre a ambos miembros de la pareja para el estudio del genotipo HLA-C. Sin embargo, las investigaciones sobre tratamientos que puedan hacer frente a este tipo de infertilidad todavía no son determinantes.

Infertilidad inmunológica y reproducción asistida

La inmunoterapia reproductiva es una rama emergente en la Ginecología y Obstetricia cuyos tratamientos pueden ser muy útiles en casos de infertilidad inmunitaria:

Terapia hormonal: empleada para regular el sistema inmunológico y mejorar la función reproductiva.
Técnicas de reproducción asistida: especialmente necesarias si la infertilidad inmunológica se debe a anticuerpos antiespermatozoides. Tanto en la inseminación artificial como en la fecundación in vitro (FIV) se evita el contacto de los espermatozoides con el anticuerpo.
Cambios en el estilo de vida: una buena alimentación, evitar el abuso del alcohol y el tabaco y aprender a manejar el estrés son factores que inciden positivamente en la fertilidad.

Fuentes: