Por el Comité editorial de IVI Santiago
Una de las preocupaciones más frecuentes en el camino de ser madres tiene que ver con la aparición de una infección urinaria en el embarazo. No es de extrañar que una infección del tracto urinario (ITU) sea uno de los motivos de consulta más comunes; bien sea en el sistema de salud público, al igual que en el privado. No obstante, en el caso de Chile también resulta oportuno reseñar que al día de hoy se registran 70.000 infecciones urinarias al año según las estimaciones que se presentaron en el XI Curso Educación Continua Medicina Interna 2006, organizado por el Departamento de Medicina del Hospital Clínico U. de Chile.
Pero ¿por qué son recurrentes las infecciones urinarias en el embarazo? Esto se debe a la aparición de la estasis urinaria que deriva de la dilatación ureteral hormonal, así como de la hipoperistalsis ureteral hormonal y la compresión del útero en crecimiento contra los uréteres. Es decir, se da una bacteriuria asintomática que significa aparición de bacterias en la orina de forma inadvertida, que de no tratarse pueden transformarse en pielonefritis que es una infección grave
Si bien no se trata de una patología riesgosa, es importante que se cumpla con el tratamiento médico una vez sea diagnosticada en la paciente para evitar futuras complicaciones tanto en el bebé, como en la madre.
¿Cuáles son los síntomas que se presentan si hay una infección urinaria en el embarazo?
Un dato que aportan los especialistas en la materia es que en el transcurso del embarazo es más complejo identificar una infección urinaria que en las pacientes que no están gestando. En este sentido, la recomendación se convierte en una regla de oro: la consulta médica temprana es importante para descartar cualquier tipo de enfermedades o anomalías en los 9 meses. A continuación, desde IVI Santiago te contamos cuáles son los síntomas de una infección urinaria en el embarazo:
- Ardor, dolor y molestia al orinar.
- Sensación de pesadez en el vientre bajo.
- Ganas recurrentes de orinar, pero con poca cantidad.
- Malestar en la vejiga por la sensación de no vaciarla por completo al ir al baño.
- La orina se torna de color turbio y en ocasiones se evidencia sangre.
- La paciente con esta patología manifiesta fiebre baja entre 37.5° y 38° de temperatura.
¿Cómo se diagnostica esta patología y cuál es el tratamiento más idóneo?
Si hay un punto importante que aclarar es que el diagnóstico de la infección urinaria en el embarazo es bastante simple. Mediante un examen de orina normal se puede detectar si existe o no esta enfermedad en la gestante. Una de las prácticas que da mayor resultado es realizar esta prueba por trimestre, a efectos de llevar un control más riguroso. Además, si una infección se controla de forma precoz es más beneficioso para la paciente aun cuando no presente los síntomas antes descritos.
En este punto, es válido resaltar que para el tratamiento de una infección del tracto urinario (ITU) se receta una serie de antibióticos. Dicho tratamiento se llevará a cabo por un período de 7 a 14 días. Otra recomendación es que la paciente consuma mucha agua, no aguante las ganas de orinar y se percate de vaciar la vejiga completamente cada vez que va al baño.
“Tengo una infección urinaria: ¿mi bebé corre peligro?”
Tal y como se ha manifestado en innumerables ocasiones, cualquier patología que se desarrolle durante el embarazo y no sea tratada de manera oportuna, puede desencadenar una serie de complicaciones. Eso sí, esta alerta va para la madre como para el bebé que viene en camino. Lo importante es acudir a la consulta con el ginecólogo o el obstetra a fin de disipar todas las dudas pertinentes.
Entonces, los riesgos de una infección urinaria en el embarazo no atendida puede perjudicar al feto de las siguientes formas:
- Se produce un parto prematuro.
- Disminuye el crecimiento intrauterino.
- El bebé tiene un bajo peso al nacer.
- El niño puede desarrollar cuadros de neumonía.
- El asma durante la infancia puede ser un problema frecuente.
- Se produce un aborto espontáneo.
- Aumento en la posibilidad de muerte una vez que nace el bebé.
Conoce la clasificación de las infecciones urinarias durante la gestación
- Bacteriuria asintomática: se caracteriza por el aislamiento de un recuento o grupo significativo de bacterias que se obtienen de una muestra apropiada, pero de una persona que no exterioriza los síntomas.
- Infección urinaria no complicada: se trata de un episodio de cistitis que se da en una mujer sana y que tampoco tiene una alteración anatómica ni funcional de la vía urinaria.
- ITU complicada: esta clasificación se asocia a un alto riesgo de complicaciones durante la concepción. Por ejemplo, debido a la falla del tratamiento, como es el caso de las pacientes con vejiga neurogénica, litiasis o inmunosuprimidos.
Las infecciones urinarias en varones pueden afectar la fertilidad
Las infecciones urinarias o de próstata son causantes hasta en 90% de los casos de infertilidad en los hombres.
Esta condición suele resolverse mediante un diagnóstico y tratamiento médico oportuno, y el 10% restante corresponde a algún tipo de lesión o malformación en los genitales.
Cual sea el origen de una infección —viral o bacteriano—, en dichos órganos, tiene por efecto un cambio en el PH del semen, lo cual disminuye la movilidad de los espermatozoides e impide la fecundación.
Se han descrito varios mecanismos implicados en el desarrollo de la infección de la vía seminal y que repercuten en la capacidad reproductiva del varón.
- Efectos directos de microorganismos en los espermatozoides.
- Estenosis de las vías seminales.
- Orquitis (inflamación testicular) subclínica con secuelas de hipo espermatogénesis o detención de la maduración en el testículo afectado.
- Disfunción epididimaria.
- Disfunción prostática.
- Inducción de fagocitosis (destrucción) de los espermatozoides.
- Inducción de respuesta leucocitaria mediada por citoquinas (células de inflamación).
- Estimulación de formación de anticuerpos anti espermáticos.
- Producción de radicales libres de oxígeno que afectan a la membrana espermática y la integridad de ADN.
En IVI Santiago, siendo pioneros en la reproducción asistida y en fertilidad, contamos con dos unidades para atender los problemas de los pacientes: el primero, es el área de atención de la salud reproductiva de la mujer; y el segundo, la Unidad de Andrología que se encarga de cuidar las condiciones del hombre cuando se adentra a la aventura de ser un padre.
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