Por el Comité editorial de IVI Santiago
Entre el 5 y el 10% de las mujeres sufre de endometriosis, una patología que puede causar mucho dolor e infertilidad, pero que en algunos casos es asintomática. Entre las portadoras, entre el 30 -50% tendrá dificultades para concebir naturalmente.
La endometriosis se caracteriza por la presencia del tejido endometrial (que reviste el útero por dentro) en otras regiones del cuerpo. Este tejido está totalmente influenciado por los ciclos hormonales y por lo tanto puede causar dolor fuerte asociado con la menstruación, que con el avance de la condición puede convertirse en un dolor crónico. Los principales síntomas de la endometriosis son los dolores y la infertilidad.
El riesgo de la infertilidad provoca mucha ansiedad entre las pacientes que la presentan, eso, asociado a un cuadro de fuertes dolores, muchas veces incapacitantes, afectan aún más el estado emocional de quien convive con la endometriosis, pudiendo llevar a la depresión.
La depresión es una enfermedad muy seria que desafortunadamente nuestra sociedad todavía no presta la debida atención. Sus efectos son devastadores y pueden afectar no sólo la salud psicológica, sino también física de las personas.
Para entender la relación entre la endometriosis, el dolor y la depresión, conversamos con Daniela Vargas psicóloga de IVI Santiago y Dr. Carlos Troncoso director de IVI Santiago.
¿Por qué la endometriosis puede conducir a un cuadro de depresión y ansiedad?
Por los principales síntomas clínicos: dismenorrea (cólicos), menstruaciones dolorosas, dolor pélvico crónico, dispareunia (dolor durante la relación sexual), disquezia (defección dolorosa), disuria (dificultad al orinar) e infertilidad. El dolor y la infertilidad tienen un impacto directo en la calidad de la vida en pareja, social, profesional y en su capacidad reproductiva. En cuanto al diagnóstico tardío y la recurrencia de la enfermedad, estos factores contribuyen a que las pacientes presenten altos niveles de ansiedad y depresión.
¿Es la depresión un agravante del dolor?
Algunos autores apuntan a la depresión como una consecuencia directa del dolor, pero no hay consenso en esta cuestión temporal al definir cual condición precede a la otra. Es posible afirmar, sin embargo, que las dos condiciones coexisten y que una agrava la experiencia de la otra. Es posible que la intensidad del dolor esté relacionada con el grado de depresión y ansiedad.
¿Qué debe hacer la mujer que padece esta enfermedad para evitar la intolerancia al dolor causado por el dolor crónico?
En la presencia de depresión, es importante iniciar el tratamiento apropiado precozmente, porque, si no se trata, ejerce un efecto negativo en la capacidad de la paciente de lidiar con el dolor, en la función diaria y principalmente en su calidad de vida. La depresión debe ser tratada y no sólo entendida como resultado esperado del sufrimiento derivado de la cronicidad del síntoma doloroso, por lo que es indispensable el soporte psicológico a las pacientes con endometriosis. Para una portadora de endometriosis es esencial que ella tenga conocimiento de su patología y entienda las dificultades que ella pueda venir a enfrentar. Es esencial diagnosticar un posible cuadro de depresión y / o ansiedad con la ayuda de un profesional capacitado para que los debidos encaminamientos sean hechos (psicoterapia y / o acompañamiento psiquiátrico).
El tratamiento multidisciplinario es muy importante para las que tienen esta enfermedad, un control con un especialista en ginecología y psicología, medicina alternativa como acupuntura puede atenuar un poco el dolor y mejorar la calidad de vida de la paciente. Además, es importante que las mujeres con endometriosis sean conscientes de que tienen un riesgo más alto de infertilidad, por lo que es importante no aplazar mucho los planes de embarazo, considerar la posibilidad de congelar óvulos antes de los 35 años y mantener un seguimiento periódico del mismo el avance de la endometriosis y el estado de la fertilidad
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