Por el Comité editorial de IVI Santiago
Entre las diferentes pruebas y procedimientos realizados para identificar los embarazos difíciles, la histeroscopia tiene un papel importante en el diagnóstico de la infertilidad, las causas de aborto de repetición y sangrado uterino. Así como la laparoscopia, que es un examen de la cavidad abdominal mediante la introducción de un laparoscopio (tubo fino y flexible que se utiliza para observar el interior abdominal) a través de una pequeña incisión. La histeroscopia es por lo general una prueba complementaria a la histerosalpingografía (técnica radiológica usada en las exploraciones de la cavidad uterina y las trompas de Falopio). Conversamos con la Dra. Rose Meier especialista en Reproducción Asistida de IVI Santiago.
Para ir comprendiendo algunos conceptos partamos primero por saber
¿Qué es una histeroscopia?
La histeroscopia diagnóstica consiste en la exploración directa del interior del útero de forma que se obtiene una información que no siempre puede ser proporcionada de forma fiable por otras exploraciones externas como el examen físico, la ecografía o la radiología.
¿Cómo se realiza una histeroscopia?
Para hacer la histeroscopia no es necesario hacer cortes en la piel, pues para ver la cavidad uterina, el histeroscopio (que es una especie de telescopio con una luz en la punta) es insertado por la cavidad uterina.
Durante la histeroscopia, para mejorar la visión, gas carbónico o los fluidos especiales se inyectan a través del histeroscopio. Todo procedimiento es realizado por un especialista en un centro quirúrgico o clínica especialmente preparada.
Tipos de histeroscopias: diferencias y usos
Existen dos tipos de histeroscopias diferenciadas en función de su finalidad: la histeroscopia diagnóstica y la histeroscopia quirúrgica.
- La histeroscopia diagnóstica se utiliza para ver el interior del útero con el objetivo de detectar alteraciones en el endometrio o en el útero. Complementa la ecografía transvaginal en el estudio del posible factor uterino anatómico (pólipos, sinequias, miomas, malformaciones tipo septos, etc.). Esta intervención es mínimamente invasiva y rápida.
- La histeroscopia quirúrgica es realizada tanto para diagnosticar como para aplicar un tratamiento quirúrgico. Con ella, cualquier obstrucción puede ser identificada y tratada en el mismo procedimiento, tales como la eliminación de un tabique uterino, que es una porción de tejido esponjoso que crece en el útero y evita que el embrión se fije en el útero.
Riesgos del procedimiento
El riesgo más común de la histeroscopia es que durante el procedimiento ocurren pequeñas perforaciones, algo que normalmente cicatriza espontáneamente, pero deben ser analizadas para cada caso. El riesgo de complicaciones estimado por la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) es que en dos de cada 100 procedimientos pueden producirse infecciones o reacciones alérgicas. Sin embargo, las complicaciones graves son poco comunes.
¿Qué detecta una histeroscopia?
A través de la histeroscopia se puede diagnosticar el síndrome de Asherman que es una condición uterina que se caracteriza por adherencias fibrosas que causan problemas como aborto involuntario y la infertilidad. El 5% de la población femenina del mundo es portadora de este síndrome.
También se realiza a mujeres con alteraciones menstruales (reglas abundantes o pérdidas entre menstruaciones), con problemas de esterilidad o infertilidad, y cuando otros exámenes, como la ecografía ginecológica, la citología o la biopsia de endometrio, orientan hacia una patología en esa localización.
La histeroscopia puede identificar y tratar:
- Miomas uterinos
- Pólipos
- Malformaciones congénitas
- Las adherencias, tales como las causadas por endometriosis
¿Cómo prepararse para una histeroscopia?
La preparación para una histeroscopia es sencilla, pero se debe tener en cuenta lo siguiente:
- No puede realizarse estando en período menstrual.
- No puede realizarse estando embarazada o si se tiene sospechas.
- Se aconseja no aplicar ningún tipo de óvulo ni crema vaginal 24 horas antes.
Cuidados tras el procedimiento
El proceso de recuperación variará en función del tipo de anestesia que se administre. Si se utilizó anestesia general o un sedante, se controlarán la presión arterial, el pulso y la respiración hasta que se encuentren estables y usted esté alerta. Una vez estable, se le dará el alta para regresar a su hogar. La histeroscopia se suele realizar de manera ambulatoria.
Es posible que después de realizar la histeroscopia la paciente tenga sangrado por varios días. En general, la recuperación para la mayoría de las actividades físicas es de dos días. Con respecto a las relaciones sexuales, es preciso recibir orientación individualizada del especialista que, basado en la histeroscopia realizada, instruirá a cada paciente.
Después de la histeroscopia o en ocasiones también antes, el especialista recetará algunos medicamentos que ayudan a la recuperación, especialmente si se ha realizado una cirugía.
Este procedimiento que puede parecer un poco invasivo, pero que no lo es del todo, junto con otras técnicas y tratamientos de Reproducción Asistida contribuyen a que puedas seguir avanzando en el camino de conseguir el sueño de ser madre a muchas mujeres y de ser padres a muchas parejas, cada paso es importante, por eso te alentamos a dar el primer paso y consultar con un especialista en medicina reproductiva si estas conviviendo con algún diagnóstico de infertilidad y veras que en muchos casos si tiene solución.
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