Por el Comité editorial de IVI Santiago
El tabaquismo constituye un problema mundial de salud por su alta mortalidad asociada y desafortunadamente también afecta a un porcentaje significativamente alto de mujeres embarazadas. Hay creciente evidencia que indica que este hábito durante el embarazo es responsable de un gran número de patologías obstétricas, neonatales y del desarrollo.
La exposición in útero al cigarrillo debe ser considerada como una forma diferente de exposición pasiva al cigarrillo, puesto que el feto no está directamente expuesto al humo de cigarrillo. Las concentraciones de nicotina y cotinina, en mujeres fumadoras durante el embarazo y en sus hijos al nacer, indican que los hijos de fumadoras tienen exposición sistémica a las toxinas del tabaco, y que el feto está expuesto desde el momento de la concepción a los mismos niveles de nicotina que el fumador activo. Otro de los efectos del tabaquismo materno es que alteraría la función endocrina relacionada con la maduración del sistema respiratorio, habiéndose demostrado una maduración pulmonar acelerada, expresada por un mayor nivel de cortisol en el líquido amniótico, en fetos expuestos al cigarrillo.
Durante los primeros años de vida, los niños de madres que fumaron en el embarazo tienen un mayor riesgo de hospitalización y mayor riesgo de infección respiratoria baja. Se ha demostrado que la exposición del feto a la nicotina se asocia con varias anormalidades morfológicas significativas del pulmón, conformación anormal de la superficie de la mucosa de los bronquios pequeños, disminución en el peso del pulmón fetal y volumen pulmonar fetal disminuido.
Cómo se relaciona el tabaquismo y los posibles problemas de infertilidad en el futuro bebé
El tabaco durante el embarazo puede causar una baja reserva ovárica en el futuro adulto, también puede causar trastornos conductuales y obesidad, son otros efectos del tabaquismo parental en los descendientes, El tabaquismo durante el embarazo perjudica gravemente la salud de los descendientes llegando a ocasionar infertilidad en el niño en el futuro.
Las madres que fuman más de diez cigarros al día durante el embarazo influyen de forma directa en la salud de sus pequeños, pudiendo provocar en ellos una reducción en la concentración de esperma del 20-48% en comparación con los individuos no expuestos, en caso del varón, y una reserva limitada de ovocitos y subfecundidad entre la descendencia femenina. Al tener una baja reserva ovárica, puede ser indicado el tratamiento de Ovodonación.
Las mutaciones del esperma pueden ser transmitidas como cambios permanentes que no son reversibles, prolongándose a las generaciones futuras. Las consecuencias de fumar durante el embarazo afectan más allá del fumador, a sus descendientes no fumadores.
Ante esta situación, “las mujeres embarazadas y parejas en edad reproductiva deberían abstenerse del tabaquismo y de la exposición a la nicotina: los riesgos para la salud de los descendientes van más allá de los efectos a corto plazo del deterioro de la función placentaria”, aconseja el doctor Carlos Troncoso, director de IVI Santiago.
El tabaquismo materno demuestra que la exposición prenatal al tabaco está asociada con una elevada incidencia de malformaciones en el feto, así como obesidad, hiperactividad y trastornos de comportamiento.
Pese a que el tabaco está completamente contraindicado en cualquier momento de la gestación, el período más crítico se concentra durante el segundo y tercer trimestre, momento en que se produce el desarrollo neuronal del bebé. Estudios realizados en grupos de niños de 10 años demostraron que los pequeños cuyas madres fumaron durante este periodo gestacional presentaban irritabilidad, falta de atención y reducida respuesta a estímulos auditivos, así como retraso en el lenguaje en comparación con otros niños no expuestos al tabaco en su etapa prenatal.
Podemos concluir que todas aquellas mujeres embarazadas o que están planificando embarazarse, deberían abstenerse del cigarrillo o evitar la exposición al humo del cigarrillo, ya que los riesgos para la salud del bebé van más allá de su vida intrauterina.
Cómo afecta el tabaquismo en los hombres
Fumar reduce la fertilidad de los hombres, provoca impotencia y daña al esperma. Está demostrado que el tabaquismo es una de las causas de infertilidad más frecuentes de los varones fumadores, ya sea en relación con la calidad seminal como a la función sexual.
Las mutaciones en el esperma pueden ser transmitidas a la descendencia como cambios permanentes e irreversibles en la composición genética y pueden persistir en las generaciones futuras. Al igual que en la mujer, las consecuencias del hábito de fumar se extienden más allá del fumador a sus descendientes no fumadores.
En principio, el consumo de tabaco se asocia a un descenso de los criterios básicos que determinan la fertilidad masculina: volumen seminal y, recuento, motilidad y morfología de los espermatozoides. Si bien es cierto que no se conocen con precisión los mecanismos por los que los componentes del humo del tabaco afectan a la espermatogénesis, ni cuál o cuáles de ellos son los que afectan a la calidad seminal. Pero lo que sí se conoce a raíz de los estudios realizados, es que fumar reduce la producción de estrona y estradiol, dos tipos de estrógenos que se secretan en los testículos y cuya función no es otra que la de evitar la muerte de las células seminales, por lo que incide negativamente en el recuento y la motilidad de los espermatozoides.
Definitivamente es un muy mal hábito que hay que erradicar de nuestra rutina, para los fumadores, es un daño a la salud a diario, que de no tomar conciencia a tiempo ya puede ser muy tarde.
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