Por el Comité editorial de IVI Santiago
La diabetes es una enfermedad crónica que ocurre cuando el páncreas que no produce suficiente insulina (diabetes tipo 1) o cuando a pesar de producir, el cuerpo no aprovecha la glucosa de forma eficiente (diabetes tipo 2). Esta enfermedad es bastante común y sus portadores pueden vivir una vida plena manteniendo algunos cuidados. Lo que muchos no son conscientes es que hay un impacto de la diabetes en la fertilidad. Este impacto ha sido constatado en hombres y mujeres, principalmente cuando está presente en ambos miembros de la pareja y no está siendo controlada.
En el caso de los hombres, la diabetes impacta negativamente en la salud de los espermatozoides, pudiendo provocar un envejecimiento prematuro como consecuencia del aumento del estrés oxidativo en el entorno de los espermatozoides. También son mayores los riesgos de transmisión de alteraciones genéticas a los descendientes.
La salud de los espermatozoides
A través del espermiograma la cantidad, movilidad y morfología del espermatozoide es analizada, pero cuando existen dudas sobre eventuales alteraciones en la estructura del ADN, es necesario también realizar estudios complementarios de análisis genético, como el estudio de las microdeleciones del cromosoma Y, fragmentación DNA espermática y estrés oxidativo espermático
Otros cambios en la fertilidad masculina que la diabetes puede causar, es que disminuye la producción de testosterona, que en consecuencia también afecta a la calidad de los espermatozoides y puede causar disfunción eréctil.
Las mujeres y los hombres con diabetes pueden tener hijos, por lo que en caso de alguna dificultad el seguimiento de un especialista en medicina reproductiva es muy importante, además de mantener la diabetes controlada, son la clave para conseguir el embarazo.
En las mujeres el embarazo también se ve afectado por esta enfermedad
las mujeres con diabetes pueden someterse a tratamientos de Reproducción Asistida y quedar embarazadas, pese a las dificultades asociadas que pueden provocar factores de riesgo como la hipertensión o el Síndrome del Ovario Poliquístico. Por otra parte, si la diabetes aparece durante el embarazo conocida como diabetes gestacional, puede incrementar las complicaciones durante el parto y los problemas de salud, tanto en la madre como en el bebé, si no se realizan los controles médicos necesarios.
La diabetes en sí no supone un problema para quedarse embarazada a menos que la paciente presente otras complicaciones vinculadas a factores de riesgo, como el SOP (Síndrome del Ovario Poliquístico) o síndrome metabólico u obesidad, o no esté bien controlada.
Como lo mencionamos anteriormente esta enfermedad puede provocar diabetes gestacional en algunas mujeres que están viviendo un embarazo. Esto se produce porque durante el embarazo el cuerpo produce más hormonas y aumenta de peso. Estos cambios provocan que las células usen la insulina de forma menos efectiva, una afección denominada resistencia a la insulina. El cuerpo necesita producir más insulina, pero el páncreas, que es el órgano que la produce, no responde.
Durante el periodo de gestación, se realiza una prueba a todas las embarazadas, para determinar si hay diabetes gestacional. Si da positivo, se le propone una dieta a la paciente, y se le recomienda ejercicio y realizarse test diarios de glucosa, además del control con el médico especialista en esta materia. Si pese a todo ello no se consigue controlar el nivel de glucosa en sangre, la mujer gestante pasa a ser monitorizada en las unidades de embarazo de alto riesgo. A las mujeres con antecedentes de diabetes u otros factores de riesgo, como la hipertensión, se les realiza la prueba en una fase más temprana del embarazo.
Los alimentos que deberías incorporar como dieta
Ingerir moderadamente proteínas magras y grasa saludables. Intentar consumir en bajas cantidades alimentos que contengan mucho azúcar, como las bebidas gaseosas, los jugos de frutas y los pasteles. Cantidades moderadas de granos enteros, como pan, cereales, pasta y arroz, verduras con almidón, como el choclo y las arvejas.
CARBOHIDRATOS
Los carbohidratos deben constituir menos de la mitad de las calorías que usted consume.
La mayoría de los carbohidratos se encuentran presentes en los alimentos almidonados o azucarados. Como, por ejemplo: el pan, el arroz, la pasta, los cereales, las papas, el maíz, la fruta, el jugo de fruta, la leche, el yogur, las galletas, los caramelos, las gaseosas y otros dulces.
Los carbohidratos integrales ricos en fibra pueden ser una opción mucho más saludable.
Consuma 6 o más porciones al día; una porción equivale a:
1 rebanada de pan
28 gramos de cereal instantáneo
½ taza de arroz o pasta
Intente elegir alimentos con vitaminas, minerales, fibra y carbohidratos saludables. Estos incluyen:
Pan o galletas integrales
Cereales integrales
avena
Legumbres
Arroz integral o de salvado
Pasta de trigo entero
Verduras con almidón como choclo y arvejas.
Use harinas de trigo integral u otras harinas integrales para cocinar y hornear. Consuma panes más bajos en grasa, como pan pita.
VERDURAS
Consuma de 3 a 5 porciones al día. Una porción equivale a:
Una taza de verduras de hoja verde cruda, cocidas o picadas
3/4 de taza de jugo de una verdura.
1/2 taza de verduras picada, cocida o cruda.
Verduras frescas o congeladas sin salsas, grasas ni sal agregadas.
Consuma verduras de color verde oscuro y amarillo profundo, como la espinaca, el brócoli, lechuga, las zanahorias y los pimientos.
FRUTAS
Consuma de 2 a 4 porciones al día. Una porción equivale a:
1 fruta entera mediana (como un plátano, una manzana o una naranja)
1/2 taza de fruta picada, congelada, cocida o en conserva
3/4 de taza de jugo de fruta
Una buena idea para consumir frutas puede ser:
Frutas enteras en lugar de jugos, ya que tienen más fibra, frutas cítricas, como las naranjas, las toronjas y las mandarinas,
LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS
Consuma 4 porciones de productos descremados o bajos en grasa al día. Una porción equivale a:
1 taza de leche o yogur
40 gr de queso natural
Las opciones de lácteos saludables incluyen:
Leche o yogur bajos en grasa o descremados. Evite el yogur con edulcorantes artificiales o azúcar agregado. Los productos lácteos son una gran fuente de proteína, calcio.
PROTEÍNA (CARNE, PESCADO, POROTOS, HUEVOS Y NUECES)
Consuma de 2 a 3 porciones al día. Una porción equivale a:
8 gr de carne de vacuno, carne de ave (pollo o pavo) o pescado cocidos
1/2 taza de porotos cocidos
1 huevo
Las opciones de proteínas saludables incluyen:
Pescado y carne de ave. Retire la piel del pollo y del pavo.
Cortes magros de carne de vacuno, ternera o carne de cerdo.
En cuanto a la preparación puede ser Horneada, asada a la parrilla o hierva en lugar de freír. Los alimentos de este grupo son excelentes fuentes de vitaminas B, proteína, hierro y zinc.
GRASAS
En general, usted debe limitar su ingesta de alimentos grasos.
Sea moderado con la mantequilla, la margarina, el aderezo para ensaladas, el aceite de cocina y los postres.
Evite los productos ricos en grasas saturadas, como las hamburguesas, el queso, el tocino y la mantequilla.
No elimine las grasas y los aceites completamente de su alimentación. Ellos suministran energía para el crecimiento y son esenciales para el desarrollo del cerebro del bebé.
Utilice aceites saludables como el de canola, oliva, maní y girasol. Incluya nueces, palta y aceitunas.
Mantener una buena alimentación es fundamental para nuestra salud, debiéramos tomarlo como un habito, y no solamente cuando nuestra salud se ve afectada, esto sumado a un estilo de vida saludable en general, hará que siempre nos sintamos bien.
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