Conocida por sus iniciales, la Inyección Intracitoplasmática (ICSI) es una técnica de reproducción asistida comprendida en el tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV).
Conocida por sus iniciales, la Inyección Intracitoplasmática (ICSI) es una técnica de reproducción asistida comprendida en el tratamiento de Fecundación in Vitro (FIV). En el campo de la medicina reproductiva, ha permitido por años conseguir con éxito embarazo en parejas diagnosticadas con problemas masculinos severos, ya sea en cuanto a la movilidad, cantidad o morfología de los espermatozoides, entre otros factores.
Para llevarla a cabo, el hombre debe aportar una muestra de semen o realizarse una biopsia testicular- en caso de ser necesario-, para extraer y seleccionar los mejores espermios. Una vez escogidos, se colocan dentro de una minúscula pipeta y son inyectados directamente dentro de los óvulos. De esta manera, se facilita al máximo la fecundación. Los embriones obtenidos de esa unión se desarrollarán durante 3 a 5 días en el laboratorio, antes de ser transferidos al útero materno.
La Fecundación in Vitro (FIV) es la unión del óvulo con el espermatozoide en el laboratorio-in vitro-, con el fin de obtener embriones ya fecundados para transferir al útero materno. La fecundación de los óvulos puede llevarse a cabo mediante técnica de FIV convencional o Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI)
RESULTADOS
El 90% de los pacientes que siguen un tratamiento de reproducción en IVI quedan embarazados.
ATENCIÓN
El 97% de nuestros pacientes recomiendan IVI.
IVI ofrece atención personalizada y acompañamiento en todas las fases del tratamiento.
TECNOLOGÍA
IVI es pionero gracias a que usa la última tecnología de reproducción asistida para ofrecer los mejores resultados.
CALIDAD-PRECIO
No somos la opción más cara. Somos la que más alternativas de tratamiento ofrecemos para lograr resultados.
La Inyección Intracitoplasmática (ISCI) permite la unión directa del óvulo y del espermatozoide facilitando la fecundación. Un espermatozoide con baja movilidad o mala morfología tendría mayor dificultad para conseguirlo de forma natural o mediante la técnica de FIV clásica.
Tal como en cada uno de los tratamientos realizados en IVI, siempre hay una evaluación personalizada de los pacientes para determinar la técnica y/o procedimiento más adecuado.
Consiste en la administración de inyecciones diarias a la mujer para lograr que los ovarios, en vez de producir un solo óvulo – como sucede de manera espontánea cada mes-, produzcan más ovocitos y así obtener un mayor número de embriones. El procedimiento se realiza en las clínicas de reproducción de IVI y dura entre 10 y 20 días, en función del protocolo utilizado y la velocidad de respuesta de cada paciente. Mientras dura la estimulación ovárica se realizan ecografías seriadas (unas 3 ó 4) y se determina el estradiol en sangre para comprobar que el crecimiento y la evolución de los folículos es el adecuado.
Una vez que se verifica -por medio de un control ecográfico- que los folículos han alcanzado el tamaño adecuado y se considera que ya hay disponibles un número adecuado de óvulos, se programa la punción folicular alrededor de 36 horas después de la administración de una inyección de hormona hCG, la que induce la maduración ovocitaria de forma similar a como tiene lugar en el ciclo natural. La punción se realiza en quirófano y bajo sedación, con el fin de que la paciente no sienta ningún tipo de molestia durante el procedimiento, cuya duración es de 15 minutos aproximadamente.
Una vez que los óvulos están listos tras la punción y se han apartado los espermatozoides con mejor morfología y movilidad, se lleva a cabo la ICSI o microinyección de los óvulos, facilitando la fecundación ante de la transferencia.
Los embriones resultantes tras la fecundación de los óvulos son observados en el laboratorio y son clasificados según su morfología y capacidad de división.
La transferencia consiste en la implantación de los mejores embriones dentro del útero materno con la ayuda de una cánula especialmente diseñada para ello. El procedimiento se lleva a cabo en el quirófano sin necesidad de anestesia, ya que es un proceso rápido e indoloro.
Una vez realizada la transferencia embrionaria, se lleva a cabo la vitrificación de los embriones de buena calidad no transferidos, con el fin de poder ser utilizados en un ciclo posterior sin necesidad de estimulación ovárica.
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