Parte del abanico de métodos anticonceptivos existentes actualmente, la vasectomía es uno de los más seguros, sencillos y efectivos que existen en el mercado para prevenir el embarazo, incluso más que la ligadura de trompas en la mujer. Considerado inicialmente como definitivo, los efectos de este procedimiento pueden ser revertidos en caso de que se tome la decisión de ser padre.
La realización de este procedimiento ha comenzado en una alternativa cada vez más utilizada en nuestro país, tal como muestran las cifras del Ministerio de Salud, pues si en 2014 cerca de 777 hombres accedieron a una vasectomía, la cifra llegó a cerca de 1.763 en 2017.
“La vasectomía es un procedimiento que se realiza para impedir el paso de los espermatozoides a través de los conductos deferentes, ligándolos. Estos conductos son los encargados de hacer llegar los espermatozoides desde los testículos, hasta la uretra”, explica el doctor Carlos Troncoso, director de IVI Santiago, especialista en reproducción.
Pero quienes desean ser padres después de haberse realizado este procedimiento, pueden optar en la actualidad entre dos opciones. La primera de ellas es revertir la vasectomía, mediante la recanalización de los conductos deferentes seccionados en la vasectomía, para así lograr nuevamente el eyaculado con espermatozoides y poder lograr embarazos en forma natural. Pero esta técnica no asegura al 100% que la vasectomía sea revertida y las tasas de embarazo siguen siendo limitadas.
La alternativa más eficiente que ofrece la medicina reproductiva es el método de reproducción asistida ICSI (Inyección Intracitoplasmática de espermatozoides). “En primer lugar se realiza una biopsia de testículo para obtener los espermatozoides del paciente, y luego se procede a inyectar sus gametos directamente en los óvulos de su pareja, a través del método de reproducción asistida ICSI”, explica Troncoso.
El procedimiento de la biopsia de testículo permite conseguir espermatozoides ante la ausencia en el eyaculado y es poco doloroso y muy efectivo. El mismo, además, no sólo está orientado a hombres que se hayan realizado una vasectomía.
La decisión sobre cuál de los dos procedimientos debe realizarse depende de factores como el tiempo transcurrido desde la realización del procedimiento (peor pronóstico a mayor tiempo de realizado), la edad del hombre y de la mujer (la edad es un factor determinante a la hora de concebir), cuántos hijos desean tener, cuándo los quieren tener y los costos de ambas opciones.
“Se recomienda que los pacientes que tengan más de diez años de haberse realizado una vasectomía y que su pareja tenga algún problema reproductivo como el factor edad, o fallo ovárico, se someta a una biopsia de testículo, ya que los resultados son muy alentadores y la técnica es muy sencilla”, explica Troncoso.
IVI es pionero en este tipo de tratamientos, realizándose biopsias bajo microscopio, con altas tasas de éxito.