• Creer que sólo una elevada cantidad determinada de cigarros al día puede afectar la salud o que está en juego sólo la calidad de los pulmones, es una de las concepciones erradas sobre este hábito.
• Chile es el país con la mayor prevalencia al consumo de tabaco (38,7%), entre los países de América.
SANTIAGO DE CHILE, MAYO DE 2019
Aunque existe un consenso generalizado sobre los efectos negativos del consumo de tabaco en la salud, todavía se generan mitos sobre los mismos, creyendo, por ejemplo, que afectan sólo determinados órganos del fumador y que consumir menos de cierta cantidad de cigarrillos al día puede mantener los problemas al margen.
Se trata de percepciones erradas que no sólo pueden atentar contra la salud de las personas, sino que además dificultan el proceso de embarazo y el desarrollo de la descendencia, incluso entre quienes se someten a tratamientos de fertilidad.
Fumar sólo afecta los pulmones
Mito: Los componentes del cigarrillo, como la nicotina, disminuyen la capacidad para producir estrógeno (hormona producida principalmente en los ovarios, esencial para el desarrollo sexual femenino y el funcionamiento del sistema reproductor). El tabaco produce diversas alteraciones en la mujer, aumentando la probabilidad de infertilidad, el tiempo de concepción de un bebé y dificultando un embarazo espontáneo.
“Múltiples estudios demuestran la presencia de cotinina (alcaloide encontrado en el tabaco) en el líquido folicular de mujeres fumadoras activas en concentraciones superiores a las no fumadoras. Esto sugiere que en el líquido folicular y en las células del ovario se acumulan metabolitos tóxicos que generan un ambiente nocivo para la maduración de los ovocitos” explica el Doctor Carlos Troncoso, Director de IVI Santiago, además que existen estudios que demuestran que este tipo de fumadoras podría ver adelantada su menopausia en hasta dos años.
Sólo el o la fumadora activa sufre las consecuencias asociadas al tabaco
Mito: En el caso de las mujeres, no sólo la fumadora activa sufre las consecuencias del cigarrillo, sino también aquellas que se consideran fumadoras pasivas (su pareja u otras personas fuman en su presencia). “Ellas padecen otro tipo de consecuencias de manera indirecta, ya que la exposición intrauterina a químicos relacionados con el cigarrillo puede reducir la fertilidad femenina”, agrega Troncoso.
La única parte fumadora que afecta al bebé es la mujer
Mito: En esta misma línea, es importante destacar que la salud de la pareja es fundamental para lograr un embarazo exitoso y el espermatozoide es el encargado de entregar la mitad del material genético, por lo que los hábitos del varon afectan directamente al embarazo. Los hombres que fuman experimentan una considerable caída de la calidad espermática, ya que se produce un deterioro en su material genético (ADN)
El tabaquismo puede producir impotencia
Verdad: Debido a que fumar daña las arterias que irrigan al pene, se considera como una causa de impotencia. El riesgo aumenta entre quienes consumen más de un paquete de cigarrillos al día, siendo un 40% mayor que entre los no fumadores.
El tabaco puede producir daño en la espermatogénesis, pues se ha observado en varones fumadores una reducción del volumen seminal, de la concentración espermática, de la movilidad y teratozoospermia (alteración seminal en la que existe un elevado número de espermatozoides con formas anormales o extrañas)
El daño está sólo asociado a muchos cigarrillos
Mito: Aunque la mayoría de los efectos adversos del tabaquismo son dosis dependientes, no existe ningún nivel de consumo que pueda considerarse “seguro para la salud”. “El riesgo de enfermedad coronaria aumenta luego de fumar sólo 1-4 cigarrillos por día. Los fumadores de pocos cigarrillos también tienen mayor riesgo de cáncer de esófago, estómago y páncreas, infecciones del tracto respiratorio (que tardan más en curarse), cataratas y trastornos del sistema reproductivo”.
Un tratamiento de fertilidad lo soluciona todo
Mito: Es importante entender el tabaquismo como un hábito muy nocivo para la salud en general y que en la salud reproductiva además dificulta el proceso de fertilización. “Las mujeres fumadoras necesitan en promedio el doble del número de ciclos que las no fumadoras para lograr un embarazo, precisando además dosis mayores de medicación”, explica el doctor Troncoso. Se trata de un escenario donde además de estas pacientes se obtienen menos ovocitos y una menor tasa de fecundación y menos embriones por ciclo.
Según la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (ASRM) aproximadamente el 13 % de la esterilidad se podría atribuir al consumo de tabaco.