Esta semana conocimos una buena noticia para las parejas que sufren infertilidad en nuestro país: Fonasa anunció que ampliará su cobertura hacia el sistema privado, incluyendo prestaciones de alta complejidad como la Fertilización In Vitro (FIV).
Esta medida, a largo plazo, que pretende ayudar a quienes padecen algún tipo de patología reproductiva, busca promover la maternidad considerando el importante cambio demográfico que ha experimentado Chile en las últimas décadas. Según información del último Censo, nuestro país se suma a la tendencia de países desarrollados, presentando una tasa de natalidad (cantidad de nacidos) y de fecundidad (número de hijos por mujer), que han caído progresivamente.
Con ello, esta nueva cobertura del seguro público de salud constituye un avance hacia la equidad en materia de acceso a la medicina reproductiva, beneficiándose no sólo a cada pareja que logrará tener un hijo, sino también al país. No debemos olvidar que la tasa de crecimiento poblacional está en el 1%, con una baja constante en los últimos años.
En este contexto, y considerando que muchas de las patologías reproductivas actuales están relacionadas con el retraso de la maternidad, resulta vital la atención oportuna y del tratamiento adecuado, con personal especializado y acceso a la tecnología y equipos de punta que aumenten las posibilidades de éxito. Como es el caso de IVI Santiago, cuya tasa de embarazo acumulada alcanza el 92%.
La fecundidad es un asunto individual, sin duda, pero de trascendencia social. Tiene repercusiones directas en el adecuado recambio poblacional, necesario para que un país crezca. Cada vez tenemos menos niños, y eso es un problema de todos. Por lo mismo, celebramos la implementación de estas medidas que relevan la salud reproductiva a un tema país, desligándola del ámbito personal e instalándola como parte del quehacer público.