Clínica de Reproducción Asistida y Fertilidad en Santiago - IVI

Con más de 15 años de experiencia y unas altas tasas de éxito, en la clínica de fertilidad IVI Santiago hemos ayudado en el nacimiento de miles de niños. Somos expertos en tratamientos de Fecundación in Vitro (FIV), Inseminación Artificial, Ovodonación y otras técnicas como el PGT (Preimplantation Genetic Testing)) o EmbryoScope®, técnica que fue desarrollada con el apoyo de clínicas IVI.

En IVI nos preocupamos de tratar cada caso de forma personalizada, asegurándonos de ofrecer la atención especial que se merecen nuestros pacientes. En nuestra clínica de Medicina Reproductiva en Santiago contamos con una Unidad de Apoyo Psicológico para minimizar el estrés generado con estos problemas y garantizar un embarazo de calidad.

La clínica de reproducción asistida IVI de Santiago está formada por más de sesenta profesionales distribuidos en Unidades Médicas, dirigidas por los mejores especialistas en ginecología, cirugía, embriología, biología y psicología.

Nuestros tratamientos de Fecundación in Vitro, o FIV, son un referente a nivel nacional por su eficacia. La FIV consiste en producir de manera artificial la unión del óvulo con el espermatozoide. El resultado de este procedimiento será la concepción de embriones, los cuales serán seleccionados, más tarde, y transferidos al útero materno para conseguir un embarazo satisfactorio una vez implantados.

Nuestros expertos tienen una gran experiencia y un enorme número de embarazos exitosos gracias a los tratamientos de Fecundación in Vitro. La clínica IVI Santiago utiliza dos técnicas con las que fecundar los óvulos. La Fecundación in Vitro (FIV) convencional es un tratamiento de Reproducción Asistida consistente en depositar el óvulo y el espermatozoide en un entorno controlado, y lo más similar posible al natural, para favorecer la fecundación. En el caso de Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides (ICSI), esta emplea una microinyección con la que se introduce un espermatozoide en el interior del ovocito maduro, para asegurar la concepción.

Será el ginecólogo quien decida cuál de las dos técnicas ha de ser utilizada, ya que depende de factores determinantes varios y complejos. Ambas técnicas se inician con un estudio previo y una estimulación de los ovarios cuyo fin es obtener varios óvulos, que se extraerán mediante una punción folicular. Entre todos los embriones, conseguidos en la fecundación, se seleccionarán los más adecuados, que serán transferidos al útero en un proceso rápido e indoloro.

Aquellas pacientes que no pueden gestar un embrión por sí mismas pueden buscar asistencia mediante esta técnica de Medicina Reproductiva, la cual permite almacenar óvulos sanos procedentes de una serie de donantes cualificadas. Estos serán fecundados mediante Inseminación Artificial o FIV. En IVI Santiago también trabajamos con dos bancos de donantes de semen, cuyas muestras pueden ayudar a la Reproducción Asistida en caso necesario.

Nuestros expertos de IVI Valencia tienen una amplia experiencia con la Inseminación Artificial, una técnica en la que se dispone una muestra de semen, preparada previamente en el laboratorio, en el interior del útero. El objetivo es respetar al máximo el entorno natural de los gametos, propiciando la fecundación. Para poder llevarla a cabo, es necesario el control endometrial que determinará el momento idóneo en el que realizar la inseminación mediante un procedimiento sencillo y seguro y sin operación.

Conocido como PGT, este tratamiento sirve para detectar la transmisión a la descendencia de enfermedades de origen genético. Gracias a su identificación, mediante hibridación in situ fluorescente, también conocida como FISH, o la batería de análisis CGH, también conocida como arrays de CGH, se puede prevenir dicha transmisión antes de implantar los embriones. Con el PGT, en IVI Santiago identificamos las enfermedades de origen hereditario y seleccionamos los mejores embriones candidatos para asegurar el buen estado del futuro bebé.

Este procedimiento consiste en la extracción de espermatozoides a partir de una muestra de semen o mediante una biopsia testicular. Entre estos se seleccionan los candidatos adecuados y, uno de ellos, es inyectado en el interior de un óvulo maduro. Así, la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides, denominada ICSI por sus siglas en inglés, se emplea en los casos de infertilidad masculina, siendo la mejor técnica para posibilitar la fecundación. Tras la concepción se comprueba el correcto desarrollo del embrión. Si todo va según lo previsto, más adelante, se procede a la transferencia e implantación en el útero.